Desde presentarse conjuntamente en ferias internacionales hasta la creación de rutas compartidas, los países del Cono Sur de Latinoamérica han estrechado sus vínculos a fin de atraer más turistas y consolidar el crecimiento de la región.
 
En el caso de Chile y Argentina, esta colaboración se traduce en el diseño de atractivas rutas por la Patagonia, un proyecto a medio plazo que ilusiona a ambos países, ya acostumbrados a colaborar en el Mercosur.
 
Uruguay, Paraguay, Argentina y Chile concurren juntos en algunas ferias del sector, aunque en esta 25 edición de la Feria Mundial del Turismo, inaugurada hoy en Londres, han viajado por separado, con la destacada ausencia de Paraguay.
 
Las relaciones con Perú y Bolivia, más al norte, están aún en estado embrionario, pero la intención de todos es crear alianzas para el bien común.
 
Helen Fell, jefa de promoción de la Corporación de Promoción Turística de Chile, explicó hoy que su país se propone promocionar, además de los canales australes y la Patagonia, sus desiertos y los volcanes, así como la Isla de Pascua.
 
Un viaje curioso que apenas empieza a publicitarse es a la isla de Robinson Crusoe, situada entre la de Pascua y Chile.
 
Las andanzas de Alexander Selkirk en este territorio, donde pasó seis años, inspiraron a Daniel Defoe para escribir su famosa novela.
 
Para Argentina, el turismo es uno de los motores de la recuperación tras la crisis económica de 2001, según explicó hoy el subsecretario de Turismo, Carlos Aime, durante su visita a la Feria de Londres.
 
"Durante la última década, hemos pasado de ser un país emisor a ser un país receptor", señaló Aime, que subrayó que el crecimiento del número de visitantes al país en lo que va de año es del 15 por ciento, un total de 3,5 millones de turistas.
 
Actualmente, el turismo supone en Argentina el 7,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 4 por ciento de antes de la crisis.
 
El Gobierno ha diseñado una estrategia a medio plazo que pretende promocionar seis regiones: la Patagonia, el norte y el litoral del país, la zona vinícola de Cuyo, la región central con las ciudades de Córdoba y Buenos Aires, y, más específicamente, la capital.
 
"Tenemos muchas ofertas, como el turismo rural, que creció este año un 20 por ciento; los congresos y convenciones y el turismo de lujo", apuntó Aime.
 
Uruguay experimentó este ejercicio un crecimiento del 15 por ciento, gracias, sobre todo, al aumento de los vuelos directos, según informó una portavoz gubernamental.
 
Perú y Bolivia, por su parte, han hecho un destacado esfuerzo de inversión para promocionarse y en la World Travel Market de Londres presentaron dos de los expositores más llamativos.
 
Carlos Zamorano, director de Promperú, explicó que se ha puesto en marcha una ambiciosa campaña publicitaria para atraer más turismo del Reino Unido, su principal mercado emisor, y de España, Alemania, Francia e Italia.
 
El turismo en Perú ha crecido este año un 19 por ciento, frente al 14 por ciento estimado, debido, entre otras cosas, a la seguridad que ofrece respecto a los países de Asia afectados por epidemias y a los de Oriente Medio, azotados por el terrorismo.
 
Bolivia quiere presentarse al mundo con una nueva imagen, que la diferencie de sus vecinos y la consolide como destino independiente.
 
Junto a la oferta andina de frío y montaña, promociona ahora el Salar de Uyuni, el desierto de sal más grande del mundo.
 
Según Ximena Alvarez, la viceministra de Turismo, es "una joya en bruto" que evidencia que Bolivia "es un destino sin parangón".