Suha, la esposa del líder palestino Yasser Arafat, quiere apropiarse de la fortuna secreta de su marido, estimada en 1.000 millones de dólares, aseguró este lunes la prensa israelí.
Mientras tanto, la esposa del histórico dirigente reprochó el lunes a la dirección palestina de querer "enterrar vivo" a su marido para "heredar el poder".
Según el diario israelí Haaretz, los bienes de Arafat superan los 1.000 millones de dólares y provienen de fondos sustraídos entre 1995 y 2000 a la Autoridad Palestina.
El periódico Yediot Aharonot publicó una clasificación de la revista estadounidense Forbes, en la que el "rais" ocupa la novena posición entre los dirigentes más ricos del mundo, con un capital personal valorado en 200 millones de dólares.
Schlomo Brom, experto del Instituto Jaffee de estudios estratégicos de la universidad de Tel Aviv, declaró a la AFP que sobre este tema polémico "hay algo de verdad, y sin duda muchas leyendas".
Lo cierto es que la fiscalía de París pidió el año pasado a la Oficina central de la represión de la gran delincuencia financiera que investigue el posible blanqueo de dinero en el que estaría implicada Suha.
El Banco de Francia se alarmó por varios ingresos en sus cuentas parisinas por valor de 11,5 millones de euros (casi 15 millones de dólares) procedentes de Suiza, entre julio de 2002 y 2003.
La prensa palestina critica regularmente su modo de vida en París, donde Suha se instaló hace nueve años, y le ha puesto irónicamente el apodo de la "Señora dinero".
"Quiere borrar las pistas y apoderarse de la fortuna personal del presidente, antes de que fallezca", dijo a la AFP un responsable palestino que no quiso revelar su identidad.
La primera dama palestina abandonó los territorios ocupados, donde no la aprecian demasiado sino que más bien la aborrecen, poco después de que estallara la Intifada en septiembre de 2000 y no volvió a poner un pie en ellos hasta el 28 de noviembre pasado, cuando acompañó a su marido de Ramalá (Cisjordania) al hospital militar de Percy, en Clamart, a las afueras de París.
Haaretz mencionó un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señala un "agujero" de 778 millones de dólares en las cuentas de la Autoridad Palestina.
Los países donantes de fondos exigieron en varias ocasiones a la dirección palestina que garantice la transparencia.
Los expertos del FMI, del Banco Mundial y de la Comisión Europea se preguntan cómo ha podido Arafat, descendiente de una familia humilde, convertirse en uno de los dirigentes más acaudalados del planeta.
Las autoridades israelíes lo acusan de haber "financiado el terrorismo" a través de fondos de ayuda extranjeros. Además afirman tener pruebas de que se apropia de las tasas que percibe por los productos que transitan por los puertos israelíes hacia los territorios palestinos.