El Hogar El Buen Pastor y el Club Rotario son dos instituciones que apoyan no solo a niños y adolescentes involucrados en delitos, sino a menores de la calle o con madres privadas de la libertad.

Alrededor de 30 niñas y adolescentes, entre 12 y 18 años, son acogidas en el Hogar El Buen Pastor. La mayoría de ellas, cuyo factor común es la extrema pobreza y la desorganización de sus hogares, han incurrido en tenencia o consumo de drogas, reveló la hermana Rosita Almeida, directora del centro.

Aquí, las chicas asisten al colegio y reciben talleres de panadería y corte y confección. Quienes tienen familiares atienden a su visita los domingos, entre las 14h30 y 17h00.
A pesar de que para Diana, la menor detenida por tenencia de droga,  al inicio le fue difícil acoplarse, ahora se ha adaptado bien a la institución, señala la hermana Rosita.

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Sin embargo, afirma que el presupuesto asignado por el Ministerio de Bienestar Social a esta institución es mínimo.
Por concepto de alimentación diaria cada menor tiene derecho a 75 centavos por día.

En el Club Rotario, en cambio, los menores reciben atención médica gratuita en los centros de salud de la institución, además del pago de costos de educación en escuelas y colegios fiscales, explica Pablo Hidalgo, presidente del Club Rotario del Sur.

La ayuda a los menores es financiada por los excedentes de las obras de beneficencia social dirigidas al ancianato de la institución.