Elsy Cobos se sintió contenta en gastar 60 dólares en artesanías y decoraciones navideñas en el centro comercial San Marino. Dijo que se trataba de una causa noble, pues se trata de trabajos hechos por niños de la calle que reciben ayuda de la fundación Padre Amador.

Así como Elsy otros compradores se colocaron alrededor de la mesa, que ubicaron las voluntarias de dicha fundación en el primer piso del centro comercial, desde las 10h00 hasta las 22h00.

Sonia de Velasco, vicepresidenta de la fundación, indicó que aspiraban vender unos mil dólares, que en diciembre próximo serán invertidos en un agasajo y entrega de regalos para los niños de la calle que asisten en los albergues Nuestros Hijos, Patio mi Pana y Padre Antonio Amador.

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En la mesa estaban ordenados artículos navideños, entre ellos nacimientos, crucifijos elaborados en madera, colgantes de toallas hechos en hierro, portacontroles, portalibretas.

Roger Mendoza compró un portalibreta para su hijo Junior y dijo “estas labores hay que apoyarlas. Hay que canalizar las habilidades de los chicos en cosas positivas”.

El Bazar Navideño se realiza por quinto año consecutivo, antes era en el Policentro.