El Gobierno israelí sigue muy de cerca las decisiones del Gobierno en funciones de la ANP y ha reconocido que, en ausencia del presidente palestino, Yaser Arafat, intenta evitar los ataques de las milicias contra Israel.
 
El ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz, destacó hoy, domingo, que la nueva dirección de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) está tomando forma en la ciudad cisjordana de Ramala, y trabaja para poner fin a los ataques contra objetivos israelíes.
 
"Parece que la vieja guardia está tomando cartas en el asunto, que controlan la situación, y tienen el deseo de alcanzar un acuerdo interno para el día siguiente a que se produzca la muerte de Arafat", destacó el ministro israelí durante la reunión semanal del Consejo de Ministros, que preside Ariel Sharón.
 
Desde la partida de Arafat hace nueve días de Ramala para ser ingresado en un hospital militar a las afueras de París, los asuntos de Gobierno palestino ha quedado en manos del primer ministro de la ANP, Ahmed Qurea (Abú Alá), y del secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, el ex primer ministro Mahmud Abbas (Abu Mazen).
 
El sábado Abú Alá y representantes de las trece facciones palestinas, entre ellas Hamás y la Yihad Islámica, se reunieron en Gaza y alcanzaron un "acuerdo de seguridad" para garantizar a la ciudadanía el orden en los territorios palestinos en caso del fallecimiento del "raís".
 
"Parece -continuó Mofaz- que (la ANP) exhorta a una posición unida y el fin del terrorismo de Hamás, sin embargo, no hay garantías de que tenga éxito".
 
Ante esa circunstancia, aseveró el ministro, "Israel está preparándose para una posible escalada de la violencia tras la muerte del presidente palestino", quien sigue internado en el hospital Percy de París.
 
Durante la reunión del Gobierno israelí, Mofaz reveló que las fuerzas de seguridad han concluido los preparativos para los funerales de Arafat, quien sería enterrado en la franja de Gaza según las directrices que aparecen en el plan de contingencia militar "Nueva Página".
 
Los planes israelíes incluyen el transporte masivo de civiles palestinos de Cisjordania a la franja de Gaza y la autorización para que dirigentes de Estados árabes que no tienen relaciones diplomáticas con Israel puedan sobrevolar el espacio aéreo israelí.
 
"En el momento que exista una petición oficial de la ANP tomaremos las medidas necesarias", precisó Mofaz en ese sentido.
 
Y es que a pesar de que la incógnita sobre el estado de salud de Arafat persiste, Israel no quiere dejar cabos sueltos para el momento en que la ANP haga el anuncio de su fallecimiento.
 
Israel tiene esperanzas de que la desaparición del "raís" de la escena política genere un cambio de vientos en la región, sumida desde hace cuatro años en una ola de violencias sin precedentes.
 
Abu Alá exhortó a las facciones palestinas a que cesen los ataques dentro de Israel, según revelaron hoy a EFE fuentes palestinas de Hamás.
 
Sobre el Gobierno que suceda a Arafat, Mofaz manifestó que Israel "espera una dirección legítima que ponga en práctica reformas que conduzcan a una única autoridad, un arma y una ley", y aseguró que "nosotros no interferiremos en la fundación del nuevo gobierno" de la ANP.
 
Por su parte, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silván Shalom, aseveró que Israel desea que se constituya un gobierno palestino más moderado y que esté dispuesto a aplicar la "Hoja de Ruta", el abandonado plan de paz elaborado en 2003 por el Cuarteto de Madrid -formado por EEUU, la UE, la ONU y Rusia-.
 
Mientras se espera la notificación de la muerte de Arafat, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, reiteró hoy a los miembros de su gabinete que se abstengan de hacer declaraciones y conjeturas sobre los sucesores o el estado de salud del "raís".