El hombre es víctima y cómplice de sus actos de destrucción. En muchos seres humanos hay ambición desmedida por el poder, sin importar las consecuencias.

En Asia, sus mares sufren la sobreexplotación de los recursos pesqueros; en Europa no se regulan los niveles de emisión de gases que producen lluvias ácidas y destruyen los bosques; en México, alta concentración de dióxido de carbono en el aire; en Estados Unidos, sus desechos químicos nucleares. Hay cuatro tipos de desechos: los de alta radiactividad, transuránicos, de baja radiactividad y mezclados, y la escoria de los molinos de uranio. En Oceanía, se contaminan los mares por las sustancias químicas y radiactivas. En Ecuador, la basura tiene varios ríos-canales de desagüe.

Muchos países, por deforestación o la industrialización contaminan y destruyen la capa de ozono que se debilita cada vez más sin poder evitar que mañana tengamos cáncer de piel y las pocas riquezas se conviertan en recursos no renovables.

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*23 años, estudiante de la Espol

La primera ilusión

Valeria Quintero Lara *

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La adolescencia es la etapa de suspiros, de lágrimas e ilusión. Puede que, en una relación, el enamorado o enamorada seas solo tú y la otra persona ni siquiera te tome en cuenta.

A mí me ha pasado eso, y por esa razón aconsejo a quienes estén en mi lugar: es mejor retirarse a tiempo antes que sufrir con alguien que no te valora.

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La mejor solución es buscar a Dios ya que Él te ayudará a encontrar tu verdadero camino.

* 17 años, estudiante del sexto curso Comercio, del colegio La Inmaculada.

Erratas

En la edición del domingo 31 de octubre se publicó el texto titulado ¿Y los niños?, cuya autoría se atribuyó por error a Katya Albán Montenegro.

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En realidad el autor es Miguel Sancán, de 17 años, estudiante del Instituto Tecnológico Ati II Pillahuaso.