La ampliación del puente sobre el río Daule no ha resuelto el problema de circulación, debido a una mala utilización de la obra. Explico el porqué:
Las dos filas de bordillos movibles que forman el nuevo carril, obligan a los conductores a dejar cuatro retiros que oscilan entre un metro y un metro veinte, los que a su vez dan lugar a cuatro fajas que unidas formarían una de cuatro, o cuatro metros ochenta, respectivamente.
Si solo se pusiera una fila de bordillos movibles, desapareciendo el nuevo carril, los retiros obligados de circulación serían de dos, o dos metros cuarenta, según el caso, disminuyendo el desperdicio a la mitad. Esto es fácil de demostrar, cuando hay embotellamiento y los vehículos están detenidos, se puede observar que fácilmente podría circular un auto o camioneta entre los dos espacios desperdiciados.
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No sé con qué criterio se tomó esta medida, pero una cosa está clara, al ritmo que van los puentes y en vista de que el Presidente está más interesado en construir puentes vacacionales que los dos que necesita Guayaquil, más vale que aprovechemos lo que tenemos temporalmente.
Nelio Aguilar C.
Guayaquil