El mundo del béisbol profesional de las Grandes Ligas generó hoy una sorpresa cuando los Cascabeles de Arizona anunciaron el despido de Wallay Backman después de haber estado sólo cuatro días en el cargo de manejador.
 
Problemas legales que tuvo con anterioridad Backman y que no fueron conocidos por los directivos del equipo antes de nombrarlo, los obligaron a tomar la drástica decisión.
 
El puesto ahora será ocupado por Bob Melvin, ex piloto de los Marineros de Seattle, que antes fue el entrenador reserva de los Cascabeles cuando bajo la dirección de Bob Brenly ganaron la Serie Mundial en la temporada del 2001.
 
Melvin firmó el nuevo contrato por dos temporadas y varias opciones por ambas partes.
 
Los directivos de los Cascabeles no tuvieron conocimiento de los problemas legales de Backman hasta que los medios de comunicación locales los sacaron a la luz pública tras su contratación.
 
Ken Kendrick, uno de los responsables de los Cascabeles, reconoció que habían cometido un "error" al no hacer ningún tipo de investigación sobre los antecedentes personales de Backman.
 
"No hay duda que no se hicieron bien las cosas en cuanto a la manera de tomar la decisión", comentó Kendrick. "Asumo toda la responsabilidad por lo que sucedió".
 
Backman, que ganó este año el premio de mejor manejador en las ligas menores, había llegado a un acuerdo para dirigir a los Cascabeles por dos años, pero no había firmado todavía el contrato, por lo que no le genera al equipo ningún tipo de problema financiero.
 
"Me siento destrozado, lo mismo que mi familia y todo el mundo", declaró Backman al periódico local "Arizona Republic". "No estoy preparado para decir nada en estos momentos, pero daré a conocer un comunicado oficial".
 
La llegada de Melvin para sustituir a Backman no fue ninguna sorpresa porque estaba en la lista de los tres finalistas para el ser elegido junto con el dominicano Manny Acta.
 
"El único objetivo que debe tener el equipo es volver a ser el de los días de gloria cuando conseguimos ganar la Serie Mundial", comentó Melvin, que fue despedido por los Marineros de Seattle para que su puesto lo ocupase Mike Hargrove.
 
Los problemas legales de Backman comenzaron en el 2001 cuando tuvo un altercado violento en su casa en el que también estuvieron involucrados su mujer y su amigo.
 
Backman se declaró culpable de un cargo de agresión fue sentenciado a un año de libertad condición, pero anteriormente, en el 2000, también había sido detenido por conducir bajo la influencia del alcohol.
 
El ex pelotero de los Mets de Nueva York también tuvo problemas financieros y hace varios años se declaró en bancarrota.
 
El caso de Backman se ha convertido en el primero que un equipo de Grandes Ligas contratan a un nuevo manejador y a los cuatro días lo despiden por problemas legales.
 
"La reacción de Backman ha sido de una gran frustración, pero también entiende y respeta nuestra decisión", señaló Kendrick.