El presidente del senado de Chile, Hernán Larraín, abogó ayer en Lima para que Perú y Chile dejen de ser “hermanos frustrados” y den paso a una “alianza estratégica” para enfrentar los retos actuales.

“Solo hay dos opciones: ser prisioneros del pasado o avanzar en derribar aquello que genere desconfianza para formar una alianza estratégica”, dijo Larraín al agradecer una condecoración del Congreso de Perú.

El presidente del Senado chileno abordó la relación bilateral y la resumió como “marcada por grandes encuentros y profundas discrepancias”, al aludir –sin hacer mención– a la guerra del Pacífico (1879-1883).

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Larraín lidera una delegación de cuatro legisladores de visita oficial a Perú, en respuesta a la que hizo hace siete meses el entonces presidente del Congreso peruano, Henry Pease.