Qué grato es poder, sin moverme de mi casa, leer diariamente los diarios y más si son de la ciudad donde nací (en una casa de mi tía abuela que quedaba frente a la hoy Biblioteca Municipal, si la memoria no me hace trampas) y enterarme de su adelanto.

Tanto queremos a Guayaquil en mi hogar, que siendo peruana mi esposa, al casarnos hace ya más de 47 años, fuimos a pasar la luna de miel a Guayaquil, pernoctando lindos días en Playas, Salinas y Posorja. Navegamos por el imponente Guayas y el “dulce” Salado. Paseamos a pie desde Las Peñas hasta el Barrio del Centenario, comimos llapingachos con maduro frito y probamos esa bebida de los dioses, la naranjilla batida.

Que Dios conserve siempre a nuestra querida Guayaquil como la ciudad preciosa del Pacífico, la Perla valiosa.

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Ing. Giuseppe Rap Escudero
Lima, Perú

Vivo desde hace 47 años fuera de Guayaquil, pero la visito todos los años. Por ese motivo, estoy al tanto de los adelantos de nuestro bello puerto.

Quiero manifestar la satisfacción tan grande que siento al ver remozada nuestra ciudad. Realmente han logrado prodigios en obras de modernización y renovación urbana, esfuerzo ejemplar de que realmente se quiere al país y se puede lograr. Quiero felicitar a mis conciudadanos de Guayaquil y que Dios les dé salud a todos para que sigan trabajando como hasta ahora por nuestra querida ciudad.

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Violeta Chevasco de Pagés
Panamá