Cuatro guardias nacionales fueron asesinados ayer por grupos extremistas y un ciudadano de nacionalidad libanesa-estadounidense fue secuestrado en Iraq, en el día en que Hungría anunció la próxima salida de su ejército del país árabe.

A primera hora de la mañana se anunció la decapitación de un ciudadano iraquí al que se identificó como un “oficial de alto rango” de las nuevas fuerzas de seguridad de Iraq.

En un comunicado en una página web, la agrupación Yish al-Ansar al-Sunna (Ejército de los Seguidores de la Sunna) explica que Husein Shunun fue capturado cuando participaba, junto a soldados estadounidenses, en una operación militar en Mosul.

Publicidad

Otra organización hasta ahora desconocida, las Brigadas de los Honorables de Iraq, reivindicó horas después en un video emitido por la televisión qatarí Al Jazeera el asesinato de tres guardias nacionales iraquíes acusados de “espiar” para las fuerzas estadounidenses en Iraq.

Por otro lado, un soldado estadounidense murió y otro resultó herido al estallar un artefacto de fabricación artesana en una carretera del sureste de Bagdad, informó ayer el Ejército de EE.UU.

Con esta muerte, se eleva a 1.120 el número oficial de militares de Estados Unidos muertos en Irak desde que en marzo de 2003 comenzara la invasión y posterior ocupación de este país.

Publicidad

En medio de estos acontecimientos, el primer ministro húngaro, el socialdemócrata Ferenc Gyurcsany, anunció que su país retirará antes del 31 de marzo del año próximo a sus 300 soldados estacionados en Iraq.

Las tropas húngaras en Iraq realizan desde septiembre del año pasado tareas logísticas y no de combate, a pesar de lo cual el Gobierno ha tenido que lidiar con una creciente presión social, que pide la salida de los soldados del país árabe.