El calentamiento global y el derretimiento del hielo en el océano Antártico son responsables de la falta de alimentos que podría amenazar a las ballenas, focas y pingüinos, dijeron ayer los científicos.

La desaparición del hielo en el invierno ha significado una baja del 80%  en el número de krill, un crustáceo similar al camarón que es el principal alimento de los animales en la región.

“Esta es la primera vez que comprendemos la gran magnitud de esta disminución”, dijo el doctor Angus Atkinson, un biólogo marino en la Investigación Británica de la Antártida.

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El krill se alimenta de las algas que se encuentran bajo el hielo en el océano, pero las temperaturas más cálidas durante los últimos 50 años implica que hay menor cantidad de hielo y menos krill, solo una quinta parte de la que había hace unos 30 años.