La Suprema Corte estadounidense autorizó a los partidos políticos a enviar militantes a los locales de votación del Estado de Ohio (nordeste) para supervisar la elección de este martes.
 
Esta medida, reclamada por el gobernante Partido Republicano y resistida  por los demócratas, anula un fallo emitido el lunes por dos jueces que  prohibieron a representantes de los partidos ingresar a los locales de  votación.
 
Según los demandantes demócratas, el proyecto republicano de desplegar  militantes en los locales de votación de barrios negros para interrogar a los  votantes sobre su ciudadanía o su registro en los padrones electorales era  inconstitucional y acarreaba un riesgo de intimidación de los votantes.
 
"Las acusaciones realizadas por los demandantes son sin ninguna duda  serias. La intimidación de electores no es una práctica novedosa en nuestro  sistema electoral, pero es absolutamente imposible determinar con certeza si  esas acusaciones son válidas", escribió el juez de la Suprema Corte John Paul  Stevens para explicar el fallo.
 
El debate electoral ha estado particularmente agitado en este Estado del  nordeste considerado crucial para definir la carrera por la Casa Blanca, ya que  aporta 20 votos al colegio encargado de designar al nuevo presidente.