Unos 156 millones de electores estadounidenses votaron este martes para elegir a su próximo presidente entre el mandatario saliente George W. Bush y el demócrata John Kerry, en unas elecciones que se anticipan como muy reñidas.
 
De siete encuestas difundidas este martes, cinco le dan una ventaja  estadísticamente insignificante de uno a dos puntos a Bush sobre Kerry, otra le  da la ventaja a Kerry por dos puntos de diferencia y la última ubica a ambos  candidatos empatados en 48%.
 
Hasta último momento, el republicano George W. Bush, de 58 años, y el  demócrata John Kerry, de 60, recorrieron varios Estados el lunes para convencer  a los indecisos.
 
Las oficinas de votación abrieron a las 06H00 locales (11H00 GMT) en Maine,  Nueva York, Vermont, Virginia, New Hampshire, Connecticut, New Jersey, Estados  situados en el noreste del país, así como en Indiana y Kentucky, más al  centro.
 
Estos Estados serán también los primeros en cerrar las mesas a las 19h00 (00h00 GMT del miércoles). El último será Alaska, en el extremo noroeste, el miércoles a las 06h00 GMT.
 
Sin embargo un villorrio ya votó. Se trata de Dixville Notch, en New Hampshire (noreste), que tradicionalmente organiza la elección antes de la  apertura de las oficinas en el ámbito nacional, y el recuento dejó como ganador  a Bush por 19 votos a 7.
 
El presidente también ya votó en Crawford, Texas, y manifestó su deseo de  que la elección sea resuelta rápidamente.
 
"Mi esperanza, por supuesto, es que esta elección culmine esta noche", dijo  Bush, quien en 2000 tuvo que aguardar 36 días antes de saber si había  conseguido los votos suficientes en el Colegio Electoral para ganar el comicio  frente al demócrata Al Gore, quien había recibido más sufragios a nivel  popular.
 
Para resultar elegido presidente, un candidato debe obtener al menos 270  votos de los 538 grandes electores del Colegio Electoral, pues se trata de una  elección indirecta.
 
"Creo que ganaré yo, para poder liderar este país, unir a la gente, fijar  la agenda, que será garantizar que Estados Unidos sea seguro", dijo Bush a los  periodistas.
 
Bush, que el lunes realizó una auténtica maratón electoral con escalas en  seis Estados del este y el oeste, comenzó el día en su amado rancho "Prairie  Chapel", en Crawford, Texas.
 
Luego tiene previsto hacer una escala electoral en Ohio (norte) y por  último dirigirse a la Casa Blanca para aguardar allí los resultados junto a su  familia.
 
La tasa de participación es una de las grandes incógnitas de la elección,  pero debería ser sensiblemente mayor que la de las elecciones de 2000 (106  millones de votantes).
 
"Los jóvenes están votando en grandes números y ese es muy buen síntoma  para John Kerry", dijo el candidato demócrata a la vicepresidencia, John  Edwards, a la cadena NBC.
 
La profunda polarización de estas elecciones ilustra la fractura del país  en dos desde el comienzo de una campaña dominado por un tema: la lucha contra  el terrorismo.
 
Por primera vez en los últimos 32 años, la elección se desarrolla mientras  Estados Unidos está en guerra.
 
La multiplicación de las denuncias ante la justicia por irregularidades,  incluso el día previo a las elecciones, sobre todo en Ohio y en Florida, dos  Estados cuyos resultados son inciertos y que pesarán mucho en la decisión  final, aumenta las dudas.
 
En el barrio negro de Liberty City, en Miami, cientos de electores  esperaban paciente y sumamente animados su turno para votar en las elecciones  presidenciales, cuatro años después del caos en el que muchos perdieron sus  votos.
 
Liberty City fue uno de los barrios que más problemas presentó hace cuatro años pues muchas de las viejas y defectuosas máquinas de votar culpables del fiasco de 2000 estaban colocadas en los precintos mayoritariamente negros, y  esos votos fueron descartados.
 
En tanto John Kerry, culminó su maratón electoral y regresaba a su ciudad, Boston, Massachusetts (noreste), para aguardar los resultados, tras una reunión  electoral en la mañana en La Crosse, Wisconsin (norte).
 
El diario USA Today publicó este martes los últimos llamados de los dos  candidatos en sendas columnas de opinión tituladas "Por qué debería usted votar por mí hoy".
 
Bush repite allí que el ex presidente iraquí Saddam Hussein era "una  amenaza única" y que Estados Unidos "tenía razones para actuar" en Irak para  "promover la libertad, la esperanza y la democracia en Medio Oriente".
 
Kerry, por su parte, reitera que Estados Unidos "va en la mala dirección" y  que Bush toma "malas opciones" y "tomó decisiones catastróficas sobre Iraq".