La comunidad hispana, la minoría más importante de Estados Unidos, con cerca de 40 millones de personas, podría tener este martes un papel determinante en los resultados electorales de cinco de los Estados más reñidos del país: Florida, Nuevo México, Colorado, Nevada y Arizona.
 
Durante toda la campaña, el republicano George W. Bush y su rival  demócrata, John Kerry, invirtieron energía y dinero para captar el voto de la  comunidad latina, cuya participación podría alcanzar un nuevo récord este año y  superar los siete millones de electores.
 
El número de hispanos que se registraron roza los 10 millones, "un 30% más  que hace cuatro años", explicó Lydia Camarillo, del Southwest Voter  Registration Education Project (SVREP).

Kerry y Bush centraron principalmente sus esfuerzos en dos Estados, donde  un puñado de votos definió las elecciones del año 2000: Florida, ganado por  Bush con una ventaja de 537 votos tras un polémico recuento y Nuevo México,  donde se impuso el demócrata Al Gore, con un margen todavía más estrecho de 366  votos.
 
La comunidad latina representa en Florida el 18,1% de la población, según  las cifras de la Asociación Nacional de Funcionarios Electos Latinos (NALEO).  Este año, cerca de un millón de latinos se registraron para votar, 400.000 más  que hace cuatro años, precisó el SVREP.
 
En los últimos días, republicanos y demócratas trataron de convencer a los  latinos de origen puertorriqueño en dicho estado. "Nos sentimos optimistas por  el impacto que podríamos tener en la comunidad puertorriqueña", declaró a la  AFP Fabiola Rodríguez, portavoz hispana de Kerry.
 
Los republicanos replicaron difundiendo en los medios de comunicación el  apoyo que le brindaron a Bush 52 alcaldes y legisladores de la isla caribeña y  el respaldo de jugadores de béisbol como Juan "Igor" González.
 
Desde Nuevo México, donde el 42,9% de la población es hispana, el  gobernador demócrata, Bill Richardson, lideró la campaña de su partido y la  extendió a los estados vecinos y republicanos de Colorado, Nevada y Arizona,  todos con una fuerte presencia de latinos.
 
En esa región del suroeste, los dos partidos multiplicaron las giras, los  actos electorales y los anuncios en español: los demócratas promovieron una  "Una nueva esperanza", mientras los republicanos apostaron por el lema "Nos  conocemos", insistiendo en las relaciones que mantiene Bush con los latinos por  haber crecido en Texas.
 
Los partidos gastaron mucho más dinero en anuncios en español que hace  cuatro años. Los republicanos anunciaron que invirtieron cinco millones de  dólares, tres veces más que en 2000.
 
Los demócratas aún no comunicaron cifras. En cambio, la organización New  Democrat Network (NDN) dijo haber gastado seis millones de dólares en  anuncios.
 
Según las recientes encuestas, Kerry consigue el apoyo mayoritario de la  comunidad hispana, considerada tradicionalmente demócrata hasta el año 2000,  cuando un 35% dio su apoyo a Bush, tras una intensa campaña en la que dio un  centenar de entrevistas a los medios de comunicación latinos de Estados  Unidos.
 
El senador de Massachusetts contaría con el apoyo de 59% de los votantes  hispano, según The Washington Post, que precisó que Bush sigue teniendo la  ventaja en Florida, gracias "al apoyo aplastante" de los cubanoamericanos.  Según otro sondeo del Miami Herald, el apoyo de los latinos a Kerry sería del  61%.
 
En las últimas semanas, las organizaciones hispanas se movilizaron a lo  largo y ancho del país para lograr la mayor participación de la comunidad  hispana en las elecciones, a fin de tener más peso y llamar la atención de los  políticos.
 
Los estados con el mayor número de población hispana son California, Nueva  York y Texas. Pero el número de electores hispanos inscritos se incrementó en  otros estados, con una presencia latina más reciente, como Michigan (norte) y  Carolina del Norte (sureste).