Carlos Reyes, un poeta improvisado

“Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. Este es uno de los versos de Vida sin amor, poema que escribió Carlos Reyes, con el que obtuvo una mención de honor en el concurso intercolegial de poesía que se desarrolló el 21 de octubre pasado en el plantel donde estudia.

Alumno de sexto año de informática de la unidad educativa San Judas Tadeo, Reyes no se define como un romántico empedernido ni tampoco como un poeta, simplemente como un joven enamorado.

Vida sin amor es una creación que se la debe a su ex enamorada Alexandra. En silencio, le dedicó el poema cuando su relación ya había terminado, por eso ella nunca tuvo la oportunidad de leerlo.

“Fue una relación corta, solo duró un mes, pero fue intensa”, confiesa.

A tres meses de culminar la secundaria, Reyes se proyecta como un diseñador gráfico, no como un escritor. Asegura que en la poesía encuentra un espacio para expresar sus amarguras y alegrías, pues es un hombre tímido, al que difícilmente se le pueden robar muchas palabras.

“Escribir un poema es algo con lo que se puede expresar lo que uno siente, sea por desahogo o felicidad”, sostiene.

Señala desconocer los trabajos de otros escritores porque no es un fanático de la literatura sino de las computadoras. Tampoco le gustan los cantantes románticos, prefiere el género heavy. Su agrupación favorita es la estadounidense Metallica.

Reyes, de 18 años, no piensa en el amor por el momento. Tiene apenas dos poesías escritas y entre sus aspiraciones no está continuar escribiendo, al menos que la inspiración llegue, afirma.

Su preocupación principal es culminar el bachillerato e ingresar a la universidad para iniciar sus estudios en diseño. Quiere especializarse en animaciones por computadora.