Expertos de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) examinan desde hoy una reforma del Reglamento Sanitario Internacional para incluir medidas contra la propagación de eventuales nuevas enfermedades contagiosas.
 
Las nuevas disposiciones pretenden modernizar la actual normativa que fue revisada por última vez en 1969, tras su adopción en 1951, y adecuarla para luchar contra nuevas amenazas globales para la salud.
 
Los expertos de un grupo intergubernamental analizarán durante dos semanas las medidas a adoptar para dar una respuesta más adecuada a crisis sanitarias como la del 2003 con el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG), que causó 774 muertos (la mayoría en China), y más de 8.000 personas afectadas en unos treinta países.
 
El virus causante del SRAG se propagó a otros países a través de afectados que viajaron en avión y contagiaron a pasajeros y otras personas que se cruzaron en el camino, así como a familiares, amigos y personas de su entorno.
 
Para prevenir una mayor propagación de esa neumonía atípica, la entonces directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, decidió, como medida cautelar, desaconsejar los viajes innecesarios a las zonas afectadas por el SRAG.
 
Esa iniciativa que, no estaba prevista en la actual reglamentación pero que sirvió para frenar la propagación internacional del virus causante del SRAG, puso en evidencia la necesidad de ese tipo de precauciones.
 
Ese conjunto de propuestas, que deberán ser adoptadas en última instancia por la Asamblea de la OMS y no serán de carácter obligatorio, buscan establecer una mayor concertación internacional para luchar contra las enfermedades contagiosas y otras crisis sanitarias globales.
 
El actual reglamento fue adoptado para hacer frente a tres enfermedades -la peste, el cólera y la fiebre amarilla-, pero la OMS decidió en 1995 iniciar un proceso de revisión tras considerar que se había quedado anticuado.
 
El borrador del nuevo reglamento que examinan ahora los expertos de varios países establece la creación de un comité de emergencia que asesore al director general de la OMS sobre la manera de luchar para contener eventuales enfermedades antes de que se propaguen y se conviertan en pandemias.
 
Ese borrador fue elaborado tras las consultas llevadas a cabo en los últimos años con científicos, expertos de los gobiernos de los países miembros de la OMS y dirigentes de otras organizaciones internacionales.
 
El documento establece que los países deberán notificar lo antes posible cualquier tipo de emergencia sanitaria que pueda ser susceptible de propagación masiva y de afectar a la población de otros países.
 
Además de las enfermedades, varios países abogan por que el nuevo Reglamento establezca medidas de precaución para afrontar también problemas de salud pública derivados de industrias tanto civiles como militares relacionadas con productos químicos o nucleares.