El empresario Agustín Febres-Cordero dijo ayer que el proceso de coactiva que inició el viernes pasado la  Agencia de Garantía de Depósitos (AGD)  contra su empresa Febres-Cordero Compañía de Comercio “es una retaliación política por mi hermano (el diputado socialcristiano León Febres-Cordero)”.

En la mañana del viernes, él se reunió con el gerente de la AGD, coronel Carlos Arboleda, para plantear su propuesta de reestructuración de la deuda de 10 millones de dólares que mantiene con la banca cerrada,  que consiste en la  dación en pago de 200 hectáreas de terreno en la vía Durán-Boliche para cubrir  el 50% de lo adeudado hasta el 2006.

Según Febres-Cordero, este plan lo presentó hace seis meses y recién hace 15 días le notificaron que no estaba aceptado. “A los diez minutos de que yo me retiro del despacho, (Arboleda) se presenta a mi oficina ya con el auto. Él traía una instrucción, prejuzgo yo, política; tanto es así que el Presidente en la tarde lo dice en una cadena (de televisión)”.

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“Ya venía eso más politizado que nada. Quería que el ingeniero Febres-Cordero baje el tono y que lo haga a través de su partido, y yo como sánduche en la mitad; no he tenido la cara de vergüenza de ir donde mi hermano a pedirle una cosa cuando la responsabilidad es mía que tengo que asumir,  pero no se puede mezclar lo político con lo comercial”, agregó.

Este empresario expondrá las acciones que tomará en un comunicado público que está previsto para mañana.