La construcción del cementerio ecológico de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, situado en el km 8½ de la vía a la costa, está en su primera etapa. Según Fernando Illingworth, inspector de la obra, se realizan trabajos topográficos para analizar las características del suelo y los drenajes naturales de agua que deben conservarse en el área.

Este primer estudio se efectúa sobre trece hectáreas de terreno, que aumentarán o disminuirán su área en la fase de construcción dependiendo de los resultados. Es decir que “se tratará de cuidar los espacios naturales del ecosistema para conservar la naturaleza”, precisó Illingworth.

Todavía se desconoce el número de vertientes de agua que hay sobre el sitio y si el suelo es uniforme; sin embargo se tiene previsto construir diversos revestimientos con cemento y piedras en los bordes de los drenajes.

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Trabajan en  el área un ingeniero en topografía y un experto en hidráulica.

Illingworth anunció que los resultados de la investigación topográfica estarán listos en enero próximo. A partir de esta fecha se elaborarán los planos y se definirán fechas para que empiece la contrucción formal del cementerio.

El área ecológica busca solucionar el problema de falta de espacios en el cementerio general de Guayaquil.

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No obstante, el administrador de este último, Álvaro Arosemena, manifestó que se  edifica desde este mes 6.400 bóvedas por la puerta número ocho.