El presidente colombiano, Ávaro Uribe, abrió la puerta a un acuerdo humanitario con la guerrilla de las  FARC, mientras que cerró otra con los paramilitares, al rechazar su propuesta  de incorporar a la fuerza pública a los combatientes que se desmovilicen en un  proceso de paz.

Las FARC insistieron que sin zona desmilitarizada no habrá acuerdo humanitario.