Quince iraquíes murieron y otros veinte resultaron heridos el sábado durante unos tiroteos sucedidos en circunstancias indeterminadas en una localidad situada al sur de Bagdad, según fuentes médicas.
 
Ni el ejército estadounidense ni las fuerzas de seguridad iraquíes confirmaron su implicación en esos sangrientos enfrentamientos ocurridos en la zona rebelde del sur de la capital, en los que también se vieron envueltos rebeldes armados.
 
"El hospital ha recibido 15 muertos y 20 heridos", declaró Abdel Razzak al Janabi, director del hospital de Iskandariya, a 45 km al sur de Bagdad, según el cual las víctimas perecieron en la cercana localidad de Haswa.
 
Otro médico del mismo hospital, Hussein Tamimi, confirmó ese balance y afirmó que las víctimas se encontraron en medio de los tiroteos.
 
Algunos testigos aseguraron que los enfrentamientos tuvieron lugar después de que un convoy estadounidense fuera atacado con una bomba artesanal, pero el ejército norteamericano afirmó que ninguna de sus patrullas fue atacada en esa zona.
 
El portavoz del ministerio iraquí del Interior, el coronel Adnan Abdelrahman, dijo que no disponía de información sobre esos enfrentamientos.
 
Según los habitantes, tras los tiroteos la Guardia Nacional y la Policía efectuaron una serie de registros en la ciudad de Iskandariya.