Una milicia que se atribuyó la responsabilidad por secuestrar a tres trabajadores extranjeros de la ONU advirtió el sábado que los ejecutará si Gran Bretaña no retira a sus fuerzas de Afganistán, y si otros dos gobiernos no dejan de apoyar la política estadounidense en este país.
 
Un vocero de Jaish-al Muslimeen, un grupo vinculado con el Talibán, dijo a The Associated Press que había grabado un vídeo de los tres rehenes, pero no dio evidencias de que los retenga.
 
Sujetos armados, no identificados, secuestraron al diplomático filipino Angelito Nayán, al kosovar Shqipe Habibi y a la norirlandesa Annetta Flanigan, el martes en Kabul. Los tres ayudaban a administrar las elecciones históricas en Afganistán.
 
“Si estos gobiernos no ceden a nuestras exigencias, haremos lo mismo que hacen los muyahedines en Iraq!, dijo Ishak Manzur, un supuesto vocero de Jaish-al Muslimeeen (Ejército de Musulmanes), mediante un teléfono vía satélite.
 
Las fuerzas extranjeras bajo el mando de la OTAN y de Estados Unidos, así como los efectivos afganos de seguridad, han emplazado patrullas y retenes adicionales en Kabul y los alrededores, desde que los trabajadores electorales fueron sacados de un vehículo de la ONU y subidos a una camioneta negra, en una concurrida calle.