Inmigrantes de once países de América Latina en activo en las Fuerzas Armadas de EE.UU., y sus esposas, se naturalizarán el próximo miércoles junto con compañeros de otras 30 naciones, según informaron ayer autoridades de Inmigración.

El acto de naturalización se celebrará en la base de marines de Cuántico (Virginia) el 3 de noviembre, y será presidido por el subdirector de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (Uscis, en inglés), Michael Petrucelli, y el brigadier general William Cato, jefe del Comando de Sistemas de la Infantería de Marina.

Todos los inmigrantes que prestarán juramento como nuevos estadounidenses tramitaron su naturalización acogiéndose a los beneficios para los extranjeros incorporados en las Fuerzas Armadas aprobadas por el presidente de EE.UU., George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

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La iniciativa de Bush redujo a tres años, a partir de septiembre de 2002, el periodo de espera para la naturalización a los extranjeros que prestan servicio militar y que participan en la guerra contra el terrorismo emprendida por Estados Unidos en octubre de 2001.

Para el resto de inmigrantes ese periodo es de cinco años de residencia ininterrumpida en este país.

En el grupo de cerca de 60 militares, y sus respectivas esposas, pertenecientes a las cinco ramas de las Fuerzas Armadas estadounidenses figuran soldados de El Salvador, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Perú, Paraguay, Bolivia, Brasil, Canadá, entre otros.