Miles de personas participaron hoy en Roma en una marcha de protesta contra la guerra en Iraq, en la que exigieron la retirada de las tropas y la inclusión de un artículo sobre el rechazo a la guerra en la nueva Constitución Europea.
 
La protesta, organizada por el movimiento pacifista Fermiamo la guerra (Paremos la guerra), recorrió las principales calles de la capital italiana para concluir en la Plaza Venecia, muy cerca de donde los gobernantes de la Unión Europea firmaron ayer el primer texto constitucional del continente.
 
A la cabeza de la marcha, a la que se adhirieron numerosas organizaciones pacifistas, estuvieron varios líderes sindicales y representantes de partidos de la oposición de centroizquierda, como Demócratas de Izquierda (DS), Refundación Comunista y los Verdes.
 
El representante de DS en la Comisión de Exteriores de la Cámara, Pietro Folena, reiteró la necesidad del repliegue de las tropas del territorio iraquí y la organización de una conferencia internacional como requisitos "esenciales" para "ganar la batalla de devolver la paz y la democracia a Iraq".
 
En lo referente a la Constitución Europea rubricada ayer en Roma, Folena subrayó la importancia de que "se haya iniciado un proceso constituyente", pero advirtió que éste "puede avanzar si la población (a favor) de la paz es reconocida por las instituciones políticas europeas".
 
Por su parte, El presidente de los Verdes, Alfonso Pecoraro Scanio, insistió en que "100.000 muertos son una buena razón para pedir el repliegue de las tropas de Iraq" e instó a "adoptar la línea" del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, hacia el país árabe.
 
"La reciente noticia del impresionante número de víctimas causadas por esta guerra debe servir de impulso, dirigido especialmente a la centroizquierda, para adoptar la línea de Zapatero en nuestra política exterior y presionar al Gobierno de Estados Unidos para que ponga fin lo antes posible a esta guerra absurda", indicó.
 
El Ejecutivo de Silvio Berlusconi, fiel aliado de Washington, mantiene desplegados cerca de 3.000 soldados cerca de la ciudad iraquí de Nasiriya desde mediados del año pasado.
 
A principios de este mes, el ministro de Exteriores, Franco Frattini, señaló que una retirada de las tropas debería pasar por la celebración de elecciones, el control del territorio por el nuevo Ejecutivo salido de las urnas y la reconstrucción económica e institucional del país.