El presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, rechazó ayer los intentos legislativos por llevarlo a un juicio político por presunto delito de peculado y aseguró que estas acciones obedecen a presiones de grupos económicos que no quieren pagar sus deudas con el Estado.

El Mandatario dictó ayer, a las 10h00, una conferencia a los alumnos de la 32ª Promoción del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), en el Salón de Banquetes del Palacio de Carondelet.

Aunque la conferencia debía versar sobre los ‘Aspectos relevantes de la Función Ejecutiva’, la intervención fue una mezcla de informe económico del Gobierno y una respuesta a los partidos políticos que quieren destituirlo.

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Sobre esto último, Gutiérrez dijo que “por cobrar las deudas a un grupo, a una familia poderosa, ahora le quieren seguir juicio político al Presidente de la República”.

Aseguró que esa familia, a la que no identificó, debe 15 millones a la Corporación Financiera Nacional (CFN) y que por haber ordenado cobrar esa deuda “ahora se inventan cualquier artimaña y al gerente de la CFN, en 24 horas, le ponen orden de prisión”.

Calificó de “jauría hambrienta” a la clase política que, según él, trata de cercar al Gobierno para hundir la economía nacional.

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Otra vez, sin precisar nombres, Gutiérrez dijo que “hay tres o cuatro políticos amargados que son los responsables de la crisis económica, de las sucretizaciones, de los atracos bancarios y de la destrucción del país” y que ellos buscan sacarlo del poder.

En la intervención del Jefe de Estado hubo espacio para analizar su imagen ante el país y por ello admitió que ha sufrido un gran desgaste personal. No obstante, dijo que esto se debe a las decisiones que tomó para estabilizar la economía, pero “también a la campaña de desprestigio que ha desplegado la oposición”.

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Gutiérrez acusó a la Contraloría de convertirse en “una especie de guardia pletoriana que pretende investigar supuestos malos manejos de fondos públicos”, informó ayer la Secretaría de Comunicación mediante un boletín.

El Mandatario mostró su sorpresa de la celeridad de la actuación del contralor subrogante, Genaro Peña, de realizar un examen especial a las cuentas de la Presidencia.