El canciller Patricio Zuquilanda justificó ayer la compra de una limusina Cadillac Deville modelo 2005 por la necesidad de contar con un vehículo que se ajuste al ceremonial protocolario.

Zuquilanda aseguró que la importación de la limusina significará un ahorro para el Estado, “que gasta alrededor de mil dólares diarios cuando se alquila un carro para la movilización de los presidentes, ministros y otros altos funcionarios de Gobierno que vienen del exterior”.

Explicó que el costo de la limusina es de 67.500 dólares, financiado con la venta de chatarra que tenía la Cancillería. En el Registro Oficial en el que se autoriza la compra se indica que se utilizará la partida por 70.000 dólares.

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El canciller negó que el vehículo sea para  uso personal de cualquier funcionario del régimen y recordó que él utiliza diariamente un Hyundai.

No obstante, Zuquilanda no explicó la razón por la que en el acuerdo ministerial que autoriza la adquisición consta que “por las funciones de alta representación que, en el ámbito nacional e internacional, cumple el Ministro de Relaciones Exteriores, es indispensable la adquisición de un vehículo con características acordes a dichos fines”.

Zuquilanda recordó que hace diez años se deterioró la única limusina que tenía el Estado y que desde ese entonces no se ha podido arreglar ese auto por falta de dinero.

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En un comunicado, la Cancillería relevó que todo el procedimiento contractual (que ganó la empresa Braman Motors Inc. de Miami) se lo realizó en estricto apego a la ley.

Mientras tanto, el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Hugo Quintana, confirmó la compra de cerca de 40 vehículos Chevrolet Vitara cinco puertas, que serán para el uso exclusivo de los 30 magistrados de la CSJ y de los 7 vocales del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ).

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Según Quintana, los carros se adquirieron con el presupuesto de capital, aunque no supo la cifra de inversión.

Al ser consultado sobre si  no era más prioritario llenar las 49 vacantes de los juzgados penales, civiles y de tránsito, antes que adquirir autos, Quintana respondió: “Sí, no puedo entrar en detalles de lo que el presupuesto permite. Hay presupuesto de operación y de capital y no se pueden mezclar las cosas”.

Semanas atrás, el magistrado se mostró preocupado por la falta de presupuesto de la Función Judicial para llenar las vacantes en los diferentes distritos judiciales del país.

Los autos adquiridos por el CNJ se cotizan en  21.000 dólares cada uno, lo que multiplicado por 40 suman  840.000.

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La adquisición, según el magistrado Ángel Lescano, era necesaria por la seguridad de los ministros, que usaban carros de hace siete años.

CARROS

REMATE
El subsecretario del Servicio Exterior, Fernando Ribadeneira, reveló ayer que el 18 de septiembre del 2003, la Cancillería remató 17 vehículos considerados obsoletos.

DINERO
Estos carros habían sido adquiridos entre 1990 y 1992, excepto una limusina, que databa de hace 30 años, y que se la vendió a  $ 12.500. El total de lo recaudado fue  $ 69.300.

DONACIÓN
El Ministerio obtuvo ocho Hyundai donados por el gobierno de Corea para el uso del ministro, viceministro y seis subsecretarios.

GARAJE
Para asegurar el mantenimiento del auto y de los otros se construirá un techo en el garaje de la Cancillería.