El dato es frío: de 145 filmes estrenados en Ecuador en lo que va del año, solo 8 han sido producciones europeas. Por eso, la exhibición de 16 cintas del Viejo Continente en el festival Eurocine es todo un acontecimiento.

Este evento se inicia hoy en la noche  en la sala del cine Ocho y Medio, en Quito. Posteriormente, las cintas se proyectarán en el MAAC Cine (en el Malecón 2000) de Guayaquil, desde el 8 de noviembre próximo. El año anterior, este festival se exhibió en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Las embajadas europeas en Ecuador fueron quienes gestionaron la llegada de estas cintas al país. Al tratarse de un festival, las películas solamente  podrán exhibirse en la hora señalada en el itinerario.

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Javier Conde, de la Embajada de España, explicó que la mejor manera de mostrar la realidad que viven los pueblos europeos es a través de los diferentes filmes que participan en este ciclo. “Para mostrar cómo percibimos las cosas”, agregó.

Una diferencia en el cartel que se presentará en Quito y Guayaquil es que en esta última ciudad no se exhibirán las dos películas italianas tituladas  Padre de familia y El lugar del alma.

La cinta La leyenda de Nicholas Nickeby representará a Gran Bretaña en la programación planificada para Quito. Mientras que en Guayaquil participará la producción Quiero ser como Beckham, que narra la historia de un par de amigas que comparten su pasión por el fútbol.

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Originalmente, Quiero ser como Beckham tenía un guión en el que las protagonistas terminaban declarándose su amor. Pero la historia terminó convertida en una comedia sobre fútbol y amistad.

Las dos producciones alemanas muestran temas relacionados con momentos específicos. El milagro de Berna maneja dos momentos dramáticos paralelos: la historia de un niño que vivió sin su padre durante la Segunda  Guerra Mundial, y la final del Mundial de Fútbol de 1954, en la que Alemania fue campeón, nueve años después de la derrota del nazismo.

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La otra cinta sajona se titula Seres nocturnos y en ella se hace relación a la visita de Su Santidad el papa Juan Pablo II a Berlín y las historias que suceden esa noche, con personajes marginales excluidos, de lo que se esperaba que fuera un noche muy especial, casi divina.