Los médicos extranjeros atendían este jueves a Yasser Arafat, el líder palestino que durante décadas ha simbolizado la lucha de su pueblo por un estado propio, y quien ahora se encuentra enfermo de gravedad.
 
Los asesores de Arafat dijeron que médicos palestinos, tunecinos y jordanos habían recomendado que el presidente de la Autoridad Palestina fuera trasladado a un hospital, pero que se tomaría una decisión después de consultar un equipo médico egipcio que llegó por la noche a su complejo en Cisjordania.
 
Sin embargo, funcionarios palestinos difundieron una foto de su líder sonriente, sentado en medio de los médicos. Dijeron que la foto fue tomada a las 1300 horas locales (1100 GMT) y en ella Arafat aparece con payamas de color azul claro y una gorra.
 
Las fuerzas de Israel tienen confinado a Arafat a esas instalaciones de Cisjordania desde hace más de dos años y medio. Un funcionario en Ramalla dijo que Arafat podría buscar tratamiento en París.
 
"Lo más probable es que el presidente Arafat sea trasladado al exterior para recibir tratamiento. Y es muy probable que sea trasladado a un hospital en París", dijo.
 
Una portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Francia dijo que ella "no tenía información" de ningún pedido de ese tipo.
 
Por su parte, Saeb Erekat, ministro del gabinete palestino, dijo después: "La decisión será anunciada más tarde. Todavía no se decidió dónde será transferido Arafat".
 
El ex guerrillero, amado por la mayoría de su pueblo y odiado por muchos israelíes, ha tenido dolores de estómago desde la semana pasada.
 
Su salud empeoró drásticamente el miércoles y los funcionarios dijeron que por momentos perdía la conciencia, aunque el jueves había podido comer, hablar y rezar.
 
"El todavía está en una condición muy seria y está llamando a su esposa", dijo un funcionario en el derruido cuartel de Arafat en Ramallah.
 
Suha, esposa de Arafat, voló desde su casa en Francia hacia Jordania y cruzó a Cisjordania. Debía llegar a Ramalla por la noche para ver a su marido por primera vez desde que se vieron  separados por el conflicto palestino-israelí que estalló en septiembre del 2000.
 
El deterioro de la salud de Arafat ha generado temores de que se desate el caos entre los palestinos, cuyo levantamiento para lograr un estado, que comenzó hace cuatro años, llegó a un punto muerto.
 
La muerte de un líder que Israel y su aliado Estados Unidos ven como un obstáculo para la paz también podría modificar el tablero en el conflicto de Oriente Medio, en momentos en que los estadounidenses se aprestan para votar en las elecciones presidenciales del próximo martes.    
 
Arafat, el hombre de baja estatura y barba que es ícono de los palestinos, y quien normalmente es visto con su tradicional pañuelo estilo árabe de cuadros blancos y negros, no ha nombrado ningún sucesor en la década desde que salió del exilio bajo acuerdos interinos de paz.
 
Como un gesto humanitario, Raanan Gissin, un portavoz del primer ministro israelí Ariel Sharon, dijo que Israel permitirá que Arafat viaje a cualquier parte si es para recibir tratamiento médico.