Aviones estadounidenses bombardearon la ciudad iraquí de Faluya durante la noche y mataron a dos personas, en un nuevo ataque dirigido a rebeldes atrincherados ante una esperada ofensiva liderada por Estados Unidos.
 
El propietario de una casa destruida en el bombardeo dijo el jueves a los periodistas que habían muerto dos de sus hermanos.
 
El ejército estadounidense ha estado atacando casi todos los días para tratar de aplastar la insurgencia sunita musulmana y a los radicales árabes leales al aliado de Al Qaeda, Abu Musab al-Zarqawi.
 
Los residentes de Faluya dicen que no saben nada de Zarqawi y su red, y se quejan de que las incursiones estadounidenses matan fundamentalmente a civiles.
 
El gobierno provisional de Irak - respaldado por Estados Unidos- ha prometido retomar el control de la arenosa ciudad ubicada unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, así como otras áreas que están bajo el control de los rebeldes antes de las elecciones nacionales previstas para enero.
 
En la capital, otro soldado estadounidense y al menos un civil iraquí murieron el jueves por la mañana por un ataque con coche bomba contra una patrulla de Estados Unidos, informó el ejército norteamericano.
 
Los insurgentes y los radicales han incrementado los actos de violencia en Irak desde que se iniciara el mes de ayuno del Ramadán a mediados de octubre, con algunos ataques, como la matanza del fin de semana de 49 reclutas desarmados, lo que demostró su acceso a información de inteligencia.
 
El ministro de Defensa Hazim al-Shaalan ha dicho que los rebeldes pudieron haberse infiltrado en las recientemente creadas fuerzas de seguridad.
 
Para dejar libres a las fuerzas estadounidenses ante un posible ataque a Faluya, efectivos británicos Black Watch partieron desde Basora, en el sur del país, hacia la zona conflictiva para tomar control de un peligroso triángulo de ciudades justo al sur de Bagdad.   
 
REHEN JAPONES
 
Tokio no realizó comentarios sobre el destino de una de las últimas personas secuestradas a poco menos de 24 horas que se cumpla el plazo que impusieron sus captores, que amenazan con decapitarlo a menos que los efectivos japoneses se retiren de Irak, una decisión descartada por el primer ministro japonés Junichiro Koizumi.
 
Koda abordó la semana pasada un ómnibus hacia Irak desde Jordania a pesar de recibir la advertencia de residentes locales del peligro del viaje, informaron medios de prensa de Japón.
 
La prensa indicó que el joven de pelo largo no estaba bien preparado para un viaje a un país donde más de 150 extranjeros fueron secuestrados desde abril y más de 35 han muerto.
 
La rehén británica-iraquí Margaret Hassan, que apareció en un nuevo video entregado por sus captores que permanecen sin identificarse, instó a Gran Bretaña a retirar sus efectivos de Irak y a liberar a las mujeres iraquíes prisioneras.
 
Se trata del mismo pedido que hiciera en otra cinta de vídeo el británico Kenneth Bigley antes que la agrupación de Zarqawi lo decapitara este mes.