Una niña de tres años sepultada por una avalancha causada por un sismo en el norte de Japón fue declarada muerta este jueves, un día después de haber sido rescatado su hermano de dos años.
 
Los equipos de rescate trataban todavía de sacar el cuerpo de Mayu Minagawa del vehículo en el que fue sepultada, junto con su madre y su hermano, por el sismo de magnitud 6,8 registrado el sábado, pero ya había sido confirmada su muerte, dijo Tetsuya Hasebe, del gobierno de la prefectura (estado) de Niigata.
 
Es tan triste, dijo.
 
La muerte de la menor, junto con la de una mujer de 48 años en otro incidente, incrementó el saldo de muertos a consecuencia del sismo a 34.

Los equipos de rescate salvaron el miércoles a Yuta, de dos años, en una dramática acción difundida por la televisión nacional. Poco después sacaron a su madre, Takako Minagawa, de 39, del asiento del conductor, pero la declararon muerta en un hospital.
 
Las autoridades dicen que el impacto de la avalancha la mató casi de inmediato.
 
El equipo de rescate trató durante la noche de llegar a Mayu con la esperanza de encontrarla con vida, pero empezaron a tener problemas el jueves, ya que se encontraba en una parte lejana del vehículo, que se encontraba en una ladera inclinada, dijeron funcionarios.
 
Una fuente no identificada dentro del cuerpo de rescatistas dijo a la televisora estatal NHK que varias rocas prácticamente destruyeron la furgoneta, con la posibilidad de que el retirarlas para llegar a la menor pudiera causar una pequeña avalancha.
 
Yuta pudo encontrar un espacio de un metro entre las rocas, donde estuvo relativamente caliente durante cuatro días, incluso en medio de los fríos de octubre.
 
Funcionarios del Hospital de la Cruz Roja en Nagaoka dijeron que el niño presentaba deshidratación, hipotermia y una lesión grande en la cabeza, pero se encontraba estable. NHK presentó imágenes del menor diciéndole a su padre que bebió leche en el automóvil y que pidió melones y agua en el hospital.