Los autores del plagio de María Inés Gangotena, que fue liberada ayer, no son expertos, ni parte de un grupo organizado, sino delincuentes comunes.

Esa es la primera conclusión a la que llegó la Unidad Antisecuestros (Unase) luego de la liberación de la hermana del embajador de Ecuador en Washington, Raúl Gangotena, según reveló el coronel Edmundo Mera, jefe de la unidad policial.

Junto al comandante de Policía (e), Marco Cuvero, Mera dio esta versión afuera de la clínica Pasteur, al norte de esta ciudad, donde la hermana del embajador está asilada desde la madrugada de ayer.

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El cometimiento continuo de fallas –explicó el jefe de la Unase– permitió que las 32 horas en manos de sus captores terminaran para la víctima. Al percibir la vigilancia policial en la zona de Selva Alegre, ubicada a 20 minutos al norte de Otavalo, los secuestradores abandonaron a Gangotena cerca de una vivienda, a las 02h00 de ayer.

Luego, la víctima tomó un camión hasta Otavalo, donde recibió ayuda policial y fue conducida hasta Quito.

María Fernanda Melo, sobrina de Gangotena, indicó que el estado de salud de su tía es bueno, pero no precisó hasta cuándo permanecerá asilada en ese sitio.

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Mientras tanto, las autoridades policiales indicaron que seguirán las investigaciones hasta detener a  los implicados y determinar las causas del delito.