El 16 de octubre, EL UNIVERSO, en su editorial, emitió su criterio respetuoso de la Ley de Deporte, de mi autoría. Considero oportuno dejar en claro algunos conceptos:

El proyecto encarrila las competencias de cada una de las organizaciones deportivas, a través de un eje piramidal claro y lógico. Impide el totalitarismo y manejo a suprema voluntad de la dirigencia deportiva. Crea la obligatoriedad legal para el Estado de incluir en el presupuesto los rubros para el programa Ecuadeportes, orientado a la preparación de los deportistas de élite.

Fomenta la ejecución de transferencias de manera inmediata y automática en un corto plazo de tiempo, de los organismos recaudadores del país a las instituciones deportivas de acuerdo a la ley 97. Otorga el poder suficiente al deporte para provocar sanciones drásticas a quienes se opongan a este derecho y necesidad.

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Estimula a los deportistas de ayer, a los actuales y a los de gran futuro, a través de pensiones vitalicias, recaudaciones específicas, becas y créditos educativos. Transforma el esquema que rige al fútbol profesional, permitiendo que los clubes se puedan convertir en sociedades mercantiles.

Protege a las instituciones deportivas mediante exoneraciones de pago a sus instalacines. Impulsa el deporte universitario, recreativo, estudiantil y especial. Asimismo, otorga pautas generales para el control de la violencia en escenarios y el uso de sustancias prohibidas; incentiva la investigación científica deportiva y la capacitación.

Es una ley que moderniza e impulsa la actividad deportiva. Lamentablemente, sus detractores han iniciado una campaña de desprestigio a este proyecto.

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Alfonso Harb Viteri
Diputado por el Guayas
Guayaquil