El presidente de EE.UU., George W. Bush, y el senador demócrata John Kerry intercambiaron ayer fuertes acusaciones sobre seguridad nacional, impuestos y empleos.

Kerry volvió a cuestionar la credibilidad de Bush y su capacidad para ser comandante en jefe y dijo que durante los pasados cuatro años Bush había “fracasado a la  hora de volver a Estados Unidos suficientemente seguro”.

Bush indicó que el incremento de impuestos a los estadounidenses más ricos propuesto por Kerry dañaría a los pequeños propietarios y a la capacidad de estos de crear nuevos empleos, y afirmó que Kerry había estado “consistentemente errado” en temas clave de seguridad nacional de nuestra época.

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A una semana de las elecciones, ambos candidatos coincidieron ayer en el estado clave de Wisconsin, buscando ventajas en su carrera por captar la Casa Blanca.