Al menos 78 civiles, de los 300 detenidos en la violenta manifestación de el lunesr en el sur de Tailandia, han perdido la vida por "asfixia" durante su custodia por parte de los cuerpos de seguridad, informó este martes, el Ministerio de Justicia.
 
Estas muertes se suman a los seis manifestantes que fallecieron a causa de las heridas de bala recibidas durante el enfrentamiento entre unas 3.000 personas y un millar de policías y militares en la ciudad de Tak Bai, en la sureña provincia de Narathiwat.
 
"Nos encontramos con 78 personas muertas cuando encarcelamos a los detenidos. Murieron de asfixia, según el examen de los cadáveres", relató el portavoz de Justicia, Manit Suthaporn, a la prensa.
 
"El estado de los detenidos era débil debido al ayuno (a causa del mes del Ramadán que prohíbe comer durante la luz del día). Cuando les metieron en los coches atestados se encontraron sin aire para respirar", explicó Manit Suthaporn.
 
Unas 300 personas fueron detenidas como consecuencia de los incidentes de ayer y los transportaron para su interrogatorio a un cuartel militar en Pattani, la capital de la provincia del mismo nombre vecina a Narathiwat.
 
Las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat ocupan el sur de Tailandia y en ellas predomina la comunidad islamista sobre la budista, ya que acogen a la mayoría de los aproximadamente cuatro millones de musulmanes tailandeses.
 
El movimiento separatista musulmán en Tailandia, tras varios años sin acciones destacadas, reanudó la lucha armada los primeros días de enero de 2004 con el asalto a un cuartel militar en Narathiwat.
 
El Gobierno declaró la ley marcial en el sur del país y reforzó la seguridad, entre otras medidas que no han logrado sofocar una violencia que desde entonces se ha cobrado cerca de 500 vidas, incluidas las últimas 84 víctimas.
 
La manifestación de ayer se convocó para protestar por el arresto de seis musulmanes por parte de la policía de Tak Bai acusados de proporcionar armas al separatismos islámico.
 
Los cuerpos de seguridad cargaron con gas lacrimógeno, cañones de agua a presión y disparos al aire sobre los manifestantes cuando un grupo de estos comenzó a lanzar piedras y otros objetos contra la comisaría local.
 
"Vi como los soldados disparaban a los manifestantes, otros pegaban con sus porras", relató un testigo, según la versión del rotativo "The Nation".
 
Fuentes policiales negaron haber disparado contra civil alguno y culparon a los propios manifestantes de las seis muertes ocurridas por herida de bala.
 
El propio primer ministro de Tailandia, Shinawatra Thaksin, visitó la zona ese mismo día y felicitó a los cuerpos de seguridad por el "gran trabajo" realizado.
 
"Hemos dado a los militantes gran cantidad de tiempo (para reconsiderar su posición). A partir de ahora, se aplicará la ley con rigor", añadió el gobernante a su regreso a Bangkok.
 
El Gobierno declaró anoche el toque de queda, que va de las diez de la noche a las seis de la mañana, en ocho de los doce municipios de Narathiwat.
 
Tanques y soldados patrullan este martes no sólo las ciudades de Narathiwat, sino también las de las vecinas Yala y Pattani.
 
"El incidente (de ayer) representa un acto de rebelión contra Tailandia. No podemos permitir que nadie más se comporte como si estuviera por encima de la ley", manifestó el teniente general Pisarn Wattanawongkiri, jefe de la cuarta región militar.
 
Según Pisarn Wattanawongkiri, algunos de los participantes en la manifestación de Tak Bai estaban drogados y portaban armas.
 
Shinawatra destituyó este mes al ministro de Defensa, el general Chetta Thanajaro, por su incapacidad para sofocar esta violencia y nombró en su lugar a otro general, Samphan Boonyanan.
 
Malasia aumentó este martes la seguridad en la frontera que comparte con Tailandia y advirtió a sus ciudadanos que eviten el sur de la nación vecina.