El copiloto del vuelo American Airlines 587, que viajaba de Estados Unidos a la República Dominicana, ocasionó el accidente aéreo de noviembre del 2001 que costó la vida a 265 personas, afirmó este martes la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. 

Robert Benzon, investigador de la junta, dijo que la respuesta del copiloto a una turbulencia surgida segundos después del despegue del aparato del aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York, fue   innecesaria y agresiva. 
 
Benzon también dijo que los investigadores hallaron que American Airlines había entrenado erróneamente a sus pilotos para que usasen el alerón de cola de la nave cuando se recuperaban de situaciones difíciles y que el sistema de control de ese alerón es muy sensible a altas velocidades, lo cual es potencialmente peligroso. 
 
El 12 de noviembre del 2001, el copiloto Sten Molin movió el alerón de cola hacia adelante y hacia atrás después del despegue, tratando de controlar la nave en su ascenso, sin darse cuenta de que al hacerlo sellaba la suerte de sus ocupantes. 
 
Molin estaba en los controles cuando el aparato fue alcanzado por una turbulencia casi inmediatamente después de su despegue hacia la Dominicana. 
 
Tanto Airbus Industrie, que fabricó el aparato, como American Airlines, que entrenó a Molin, coincidieron en indicar que si el copiloto hubiese dejado de presionar el alerón, la cola del aparato no se habría desprendido y el avión no hubiese caído en un barrio de Nueva York. 
 
Pero Molin no sabía que estaba aplicando más presión a la cola de lo que ésta podía soportar.