La Izquierda Democrática (ID) se consolidó como partido regional en las últimas elecciones y tendrá que trabajar en importantes sectores, debido a su poca influencia electoral, según analistas consultados por este Diario. Esos sectores de escasa presencia de la ID están en la Costa, la Amazonia y Galápagos.

Para Napoleón Saltos, dirigente de la Coordinadora de Movimientos Sociales, los resultados electorales confirmaron que la “ID es un partido fundamentalmente urbano, que se mueve en los centros de decisión electoral, mientras otras agrupaciones como Pachakutik y Sociedad Patriótica tienen representación en la periferia”.

A la vicepresidenta nacional de la ID, Magdalena Chauvet, le disgusta que se utilice el término regional para evaluar los resultados del partido, ya que si bien la agrupación logró las prefecturas de Carchi, Pichincha, Azuay, Loja, Tungurahua y Sucumbíos (cinco de la Sierra y una de la Amazonia), la ID ha ganado hasta el momento 28 alcaldías en varios sectores del país.

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“No me gusta la regionalización de la política, ya que la ID está en una franca recuperación de espacios que perdió en algún momento y en poco tiempo lograremos tener nuevamente presencia en la Costa”, dijo.

Pero, el académico Paúl Bonilla sostiene que desde siempre la ID tuvo éxito en la Sierra y lo que ha pasado el domingo es una especie de refundación de esa presencia electoral.

“El triunfo de la ID, en Quito, donde logró la reelección de su alcalde, puede entenderse en la medida en que un caudillo, Rodrigo Borja, ha anunciado su retiro, y un nuevo caudillo, Paco Moncayo, se ha consolidado en la agrupación”, manifestó Bonilla.

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Medardo Oleas, ex vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral, también está de acuerdo en resaltar el triunfo de Moncayo, una victoria que se dio, dice, porque pesó mucho la figura del alcalde y la idea de la ciudad que es permitir que las obras continúen dentro de un proyecto a corto, mediano y lago plazos.