Últimamente se han denunciado algunos casos de maestros corruptos, depravados sexuales, que dañan la mentalidad de estudiantes.

Esos malos “maestros” que en vez de enseñar ética, moral, dar buen ejemplo, acosan a sus alumnos, deben ser expulsados, pues  constituyen elementos negativos del magisterio nacional.

Contra estos abusos nació en la Dirección Nacional de la Mujer la Ley Nº 103,  que fue aprobada el 29 de noviembre de 1995 en el Registro Oficial Nº 839, del 11 de diciembre del mismo año.

Publicidad

Hay que denunciar a todos los violadores que causan daño psicológico y físico.

Adriana Triviño M.
Guayaquil