El 3 de octubre escuchaba y observaba con asombro la entrevista al presidente Gutiérrez, cuando le preguntaron sobre la pobreza, educación, alimentos y todo lo básico para subsistir. Como buen “torero” contestaba con “papeles”, y habrá echado la culpa docena de veces a gobiernos anteriores de sus errores actuales.

¿No se da cuenta que el pueblo lo eligió para olvidarse del ayer y soñar con un futuro? Y después de haber descrito un perfecto país, le preguntaron si estaba hablando de Ecuador, porque este está con hambre, crisis, desempleo, delincuencia, sin salud.

Ninguna de sus palabras tenían coherencia; al terminarse el programa, él mismo aclaró mis dudas cuando sonriente dijo: “¿Saben por qué siempre estoy alegre y sonriente?, porque jamás veo las noticias”.

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No ve para huir de la verdad. Entendí por qué no podía contestar sobre el hambre y desempleo, pues no ve a los cientos de seres que se quitan la vida por no tener qué comer; no hablaba de delincuencia, ya que no ve ni escucha sobre robos, asesinatos, violaciones y masacres que hay; no puede hablar de salud ni futuro, porque se pierde las noticias de servicio social. Comprobé que él no es del pueblo, como lo presume. Ser del pueblo es de actos, no de palabras; pue si no sigue las noticias, ¿cómo podría enterarse de los necesitados y colaborar ante la cruel realidad?

Samantha Dueñas Rigaíl
Guayaquil

El coronel Gutiérrez, durante la entrevista que le hicieron por televisión el 3 de octubre, no mostró los siete cuadros con porcentajes ecuatorianos de desocupación, subempleo, creciente delincuencia, del altísimo 80% de pobreza, del índice de extrema miseria, de la distribución injusta del 80% de la riqueza nacional en únicamente el 20% de la población, y del bajísimo poder adquisitivo en nuestra dolarización pauperizadora.

Por el contrario, los cuadros que sí enseñó fueron “verdades a medias”, distinta a la realidad de la grave crisis económica que sienten los ecuatorianos. Parodiando la frase del coronel Gutiérrez, de que “la democracia no debe ser mediocracia”, opino que su exposición fue de “econosuya” , en vez de “economía”, la cual en verdad nos golpea.

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Juan Gilbert R.
Guayaquil

Justo cuando el Consejo Nacional de Tránsito implantaba un moderno proceso de red informática en el país para ofrecer efectividad y transparencia en trámites burocráticos, inexplicablemente el Ministerio de Gobierno creó el puesto burocrático de Subsecretaría de Tránsito y Transporte Terrestre, que ejercerá funciones que determine el Ministro del ramo.

Se crea un rey sin reinado, poniendo en peligro la institucionalidad de 41 años de vigencia del CNT. El Gobierno se somete nuevamente a presiones de la fuerza gremial del transporte y termina por politizar una entidad que creíamos que por fin se encaminaba a tecnificarse al servicio de la comunidad. Para rematar, el Presidente se declaró un transportista más. Los ciudadanos quedamos indefensos.

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Dr. Pablo Izquierdo Pinos
Quito