Al menos diez personas murieron este sábado al explotar un coche bomba en una base militar en el oeste de Iraq, informó el ejército estadounidense, en tanto cuatro guardias y dos civiles fallecieron en un atentado contra un puesto de control y por un disparo de mortero, respectivamente.
 
En el primero de los hechos, un suicida hizo explotar su auto cerca de una base de los marines al oeste de Bagdad, matando a diez policías iraquíes e hiriendo a otros cinco, informó el ejército de EE.UU.
 
El teniente de los marines Lyle Gilbert dijo que la explosión se produjo a las 07h00 (04h00 GMT) en un puesto de la policía iraquí cerca del campo de Al Asad Camp, unos 180 kilómetros al noroeste de Bagdad, entre las ciudades de Hit y Haditha.
 
Previamente, Mohamed Bassem, doctor jefe del hospital de la cercana ciudad de Ramadi, tras informar que los muertos eran nueve, había dicho que la cifra de fallecidos por la explosión en la base militar podría aumentar.
 
No dio datos de los heridos, pero otras fuentes hospitalarias dijeron que habían recibido al menos 50 víctimas.
 
En tanto, un suicida hizo estallar su vehículo cerca de un puesto de control manejado por la Guardia Nacional iraquí al norte de Bagdad, matando a cuatro guardias, informó un oficial del cuerpo.
 
El militar dijo que otros seis guardias fueron heridos cuando el vehículo explotó en la villa de Ishaqi, cerca de la ciudad de Samarra, 100 kilómetros al norte de la capital iraquí.
 
Los rebeldes han protagonizado en la zona varios choques con las fuerzas militares estadounidenses e iraquíes en los últimos días.
 
Por último, insurgentes dispararon dos morteros en el centro de Bagdad, matando a dos civiles e hiriendo a uno, dijeron testigos.
 
Señalaron también que el otro mortero habría caído en la fortificada Zona Verde, donde se encuentran las oficinas del gobierno iraquí y las embajadas estadounidense y británica. No había reportes de víctimas o daños por esta explosión.