El distribuidor de unas pastillas adelgazantes pagará al Gobierno de EE.UU. 155 millones de dólares que ganó por la venta del producto, que no ha dado el resultado prometido, informó ayer la Comisión Federal de Comercio (FTC).

La agencia demandó en diciembre de 2002 a Harry Siskind, de San Antonio (Texas), su socio Edward D’Alessandro y su compañía Mark Nutritionals, al alegar que habían usado anuncios radiales engañosos en 110 ciudades para la promoción de sus píldoras Body Solutions Evening Weight Loss Formula.

Los anuncios aseguraban que los consumidores podrían perder hasta 18 kilogramos de su peso corporal, pese a continuar tomando comidas con alto contenido de calorías y no hacer ejercicio, siempre que usaran las píldoras.

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Los acusados, según la FTC, “promovieron su producto, tanto en inglés como en español, usando testimonios de respaldo de locutores populares en más de 650 estaciones de radio”.  El año pasado Siskind ya había convenido con la FTC en que cerraría su negocio y pagaría 500.000 dólares para resolver los cargos por propaganda engañosa.

Pero Tom Carter, abogado de la FTC, explicó que Siskind no informó verazmente sobre sus activos durante el trámite de convenio y, por ello, ahora debe pagar todo el dinero que ganó vendiendo las píldoras.

Según Carter, Siskind ocultó que había prestado dinero a dos firmas de seguridad de computadoras en San Antonio y que demoró el cobro de esas deudas hasta después que firmó el pacto con la FTC.