Me refiero a la nota de prensa del 9 de octubre en la cual, bajo el epígrafe ‘La Previsora: nuevos indicios contra los Guerrero Ferber’, me mencionan las presunciones de peculado que habría encontrado la Fiscalía General de la Nación  en la fusión de dicho banco con Filanbanco S.A., y en las cuales se me ha pretendido involucrar injustamente.

Fui presidente del directorio del Banco La Previsora desde 1985 hasta el 4 de octubre de 1999, fecha en la cual el banco pasó a ser administrado por Filanbanco S.A.

Como bien se anota en la mencionada publicación, la fusión de ese banco con Filanbanco se produjo nueve meses más tarde de mi salida de la administración, cuando ambos bancos eran administrados por el Gobierno nacional. El mencionado proceso penal versa sobre presuntos actos fraudulentos ocasionados luego de tal fusión, en la cual jamás intervine, ya que había perdido, por mandato de la ley, mi calidad de director y accionista. Por esta razón, la imputación efectuada en mi contra por la Fiscalía es totalmente alejada de derecho y de los principios del debido proceso, y además tremendamente injusta.

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La opinión pública debe conocer que no me beneficié en lo más mínimo con la quiebra de ambos bancos. Todo lo contrario, perdí todas mis acciones.

Ni yo ni la empresa que administro tienen obligaciones pendientes de pago con Filanbanco S.A. en liquidación o con Previsora International Bank o Previfondos.

Francisco Solá Medina
Guayaquil