El tifón más mortífero en azotar Japón en dos décadas mató a 66 personas, dijeron el jueves informaciones de prensa, mientras los equipos de rescate trabajaban contrarreloj para encontrar a 22 desaparecidos en inundaciones y deslizamientos de tierra.
 
Muchos murieron en deslaves provocados por las fuertes lluvias del tifón Tokage, que azotó a gran parte de Japón el miércoles. Otros fallecieron en inundaciones o fueron llevados por enormes olas que castigaron la costa.
 
Otras personas, más afortunadas, fueron salvadas de las inundaciones por trabajadores de rescate en helicópteros y botes, y quedaron marcadas por la experiencia.
 
"Pensé que no saldría viva. Debería haber evacuado antes", dijo una mujer a la cadena de televisión pública NHK tras ser rescatada en la prefectura de Hyogo, en el oeste de Japón.
 
Tokage, que quiere decir "lagarto" en japonés, salió al Pacífico en las primeras horas del jueves y fue rebajado a depresión tropical poco después. Fue el décimo tifón en alcanzar Japón este año, una cantidad récord.
 
La agencia de noticias Kyodo dijo que al menos 66 personas perdieron la vida y que había 22 desaparecidos a causa del tifón. La Agencia de Incendios y Desastres reportó 59 muertos y 22 desaparecidos.
 
De acuerdo con la Agencia Meteorológica, la cantidad de muertos o de personas que se desconoce su paradero fue la mayor para un sólo tifón desde que 95 perdieron la vida o desaparecieron en una tormenta de 1982.
 
Un total de 167 personas, incluyendo 102 aprendices de unos 20 años, fueron rescatadas de su barco, el Kaio Maru, de 2.556 toneladas, que encalló en una barrera en medio de la tormenta en Toyama, a 255 kilómetros al oeste de Tokio. Dieciséis sufrieron heridas como fracturas de muñecas.
 
Entre las víctimas hay tres personas que fallecieron cuando olas de gran magnitud golpearon una barrera de cemento y se estrellaron contra su casa en Kochi, en la isla Shikoku en el oeste de Japón.
 
NHK dijo que una ola de casi 18 metros de alto -del tamaño de un edificio de seis pisos- castigó la línea costera de la ciudad el miércoles por la tarde, antes de que otras olas azotaran las casas.
 
Equipos de rescate de la prefectura occidental de Okayama escarbaban entre los escombros de siete casas destruidas por un alud de tierra con la esperanza de hallar sobrevivientes.
 
La mayoría de las áreas afectadas por los aludes eran zonas rurales y en muchos casos las viviendas estaban aglomeradas debajo de pendientes abruptas, una imagen típica en Japón, un país montañoso.
 
Este mes "ya hubo mucha lluvia de un tifón anterior ... el último tifón trajo más lluvia, que fue una causa de deslaves", dijo un funcionario de la Agencia Meteorológica.   
 
Tifón inusual
 
"La razón principal por la que el tifón causó un daño tan grande es que su tamaño era grande, con un radio de más de 500 kilómetros. Eso significa que el tifón afectó casi todo Japón por un período largo, con lluvia y vientos", dijo otro funcionario de la agencia.
 
"Un tifón tan enorme es algo muy poco común", agregó.
 
Unas 37 personas, la mayoría de ellas turistas ancianos, debieron pasar la noche en el techo de un autobús tras quedar varados en medio de una inundación, antes de ser rescatadas el jueves por un helicóptero y un bote.
 
Tokio sufrió el rigor de los fuertes vientos y lluvias, pero no se reportaron grandes daños.
 
Distintas tormentas e inundaciones han matado más de 100 personas en Japón este año y causaron pérdidas por cientos de millones de dólares.