Un hombre de Texas condenado por matar a un empleado bancario durante un robo de 1982 en Dallas fue ejecutado el miércoles por inyección letal el miércoles.
 
Ricky Morrow, de 53 años, fue el cuarto ejecutado este mes y el número 17 este año en Texas, estado norteamericano que marcha a la vanguardia en la aplicación de la pena de muerte en el país.
 
Morrow fue condenado por matar a Mark Frazier, de 26 años, cuando intentó robar una caja de ahorro el 19 de enero de 1982.
 
El ladrón apuntó una pistola a la cabeza de Frazier y ordenó a una cajera que le diera dinero. La empleada le dio una bolsa con efectivo, pero después Morrow le disparó a Frazier y huyó, dijeron testigos.
 
En una declaración final, hecha cuando estaba amarrado a una silla metálica en la cámara de la muerte en la prisión de Texas, Morrow expresó amor por su familia y sus amigos, y se disculpó ante ellos.
 
"Siento mucho que estén pasando por esto ahora. Pero todos nos dirigimos a un lugar mejor", expresó.
 
Morrow es la ejecución número 330 en Texas desde 1982, cuando el estado reinstauró la pena capital después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara una prohibición nacional de la pena de muerte.
 
En Texas, hay siete ejecuciones más previstas para este año.