La publicación de fotografías de un periodista, desnudo y abatido, pero aún con vida en una celda, de quien el régimen militar decía que se suicidó, trajo de vuelta fantasmas de la dictadura que rigió Brasil de 1964 a 1985.

Tres fotografías de Vladimir Herzog, quien en 1974 dirigía un informativo de televisión y murió tras ser torturado el 24 de octubre de 1975, en Sao Paulo, fueron publicadas el domingo por el diario Correio Braziliense, de Brasilia.

El régimen militar dijo que se había ahorcado.

Publicidad

El ejército emitió un boletín el lunes, por su cuenta, calificando a la publicación de las fotos, que probarían la tortura en la dictadura, como “acción pequeña” y “revanchismo”.

La nota militar provocó malestar en el gobierno pues algunas autoridades de primera línea combatieron en la insurgencia o fueron parte de la oposición clandestina a la dictadura castrense.

Medios brasileños dicen que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ex líder sindical que combatió la dictadura, expresó “extrañeza y contrariedad” al ministro de Defensa, José Viegas, quien alegó que la nota se hizo sin su conocimiento.