Paraguay habilitó el miércoles la comercialización de cuatro variedades de soja transgénica desarroladas por la multinacional de biotecnología Monsanto MON.N, informó una fuente oficial.
 
La resolución firmada por el ministro de Agricultura y Ganadería, Antonio Ibáñez, representa el primer paso para la regularización del cultivo de organismos genéticamente modificados en el país, quinto productor mundial de soja.
 
El ministerio dispuso la inscripción de las variedades de soja AW 7110, AW 5581, M-Soy 7878 y M-Soy 8080 en el Registro Nacional de Cultivares Comerciales, al considerar que cumplieron requisitos técnicos contemplados en las leyes, según expresa el texto de la resolución.
 
La habilitación permitirá a Monsanto negociar con productores y exportadores el cobro de regalías por la utilización de dichas semillas en Paraguay, donde se calcula que alrededor del 50 por ciento de la soja es transgénica.
 
Los productores y exportadores de soja paraguaya tienen previsto firmar con Monsanto un acuerdo privado para el pago de regalías por el uso de las variedades transgénicas inscriptas en la campaña 2004/2005.
 
El acuerdo establece una regalía de seis dólares por tonelada de soja en grano exportada que contenga la tecnología Roundup Ready (RR), con un descuento de 50 por ciento en el primer año (2005) que se reduce en forma progresiva hasta alcanzar los seis dólares el cuarto año.
 
La medida fue rechazada por organizaciones no gubernamentales ambientalistas, que consideran que el uso de semillas transgénicas tiene consecuencias nocivas para la salud y el ambiente.
 
La secretaría del Ambiente tampoco vio con buenos ojos la resolución.
 
"Yo acepto esto pero solo desde el punto de vista agronómico. Creo que el debate debe ser más amplio. Se debe hacer un análisis de riesgo desde el punto de vista de salud, ambiental y de defensa del consumidor", dijo recientemente el secretario del Ambiente, Alfredo Molinas.
 
Los defensores de la utilización de soja RR argumentan que al ofrecer tolerancia al poderoso herbicida Roundup --también propiedad de Monsanto-- que controla las malezas, el cultivo de soja transgénica tiene un menor costo de producción y por ello es más competitivo.
 
La regularización de los transgénicos en Paraguay representa otro paso en el proceso a favor de la aceptación de los organismos genéticamente modificados en la región.
 
El Congreso de Brasil está en vías de aprobar una nueva ley de bioseguridad que autoriza el cultivo de este tipo de variedades, mientras Argentina, pionera en el uso de transgénicos, liberó su cultivo hace ocho años.