Aunque para muchas personas puedan parecer insípidas, las elecciones de este fin de semana servirán para definir varias cosas que no dejan de ser importantes. En primer lugar, de ellas dependerá en gran medida la suerte del Gobierno. Con admirable pero poco comprensible obstinación, el Presidente logró que se transformen en un plebiscito sobre su gestión. La participación directa en la campaña y la exposición pública en cuanto acto ha desarrollado la escasa militancia de Sociedad Patriótica han hecho que su imagen sustituya a la del partido. El mensaje deja en claro que votar por el PSP es votar por Lucio Gutiérrez. Pero el mismo mensaje se puede interpretar desde el otro lado y decir que todos los votos que no recibió el PSP fueron votos en contra del Mandatario. Eso es grave, porque puede suceder que alrededor del 95% de los electores voten por otros partidos, lo que en una elección normal solo sig nificaría eso, votos por otros y no en contra de alguien; pero si se la ha convertido en plebiscito, la interpretación es diferente.

En segundo lugar, para tranquilidad del Presidente y de su partido, es muy probable que los resultados puedan ser reivindicados como un triunfo. Si la Sociedad Patriótica con apellido de golpe de Estado supera el cinco por ciento, habrá festejo en Carondelet.
Además, hay que considerar que actualmente no tiene un solo alcalde, ni un prefecto, ni siquiera un par de concejales o de consejeros, lo que quiere decir que, aunque consiga apenas unos pocos cargos, habrá realizado un avance considerable. Si es así, como probablemente lo será, seremos testigos de la primera vez en que una votación de alrededor del cinco por ciento equivaldrá a un éxito, con lo que el coronel podrá repetir hasta el cansancio que les ha dado una paliza a los partidos tradicionales.

En tercer lugar, es altamente probable que habrá alto número de reelecciones, tanto en alcaldías como en prefecturas, pero también en las menos visibles concejalías y consejerías. Si así ocurre, se confirmará la idea que sostiene que, a diferencia de lo nacional, las cosas van bien en lo local. Habrá que poner mucha atención a esos resultados, pero también a los que han cerrado el paso a la reelección, porque ahí hay mucha información acerca de las percepciones del ciudadano común y corriente.

Por último, es también probable que Social Cristiano e Izquierda Democrática confirmen que son los partidos con mayor votación, y que a ellos se sume el Prian como nuevo competidor de importancia. Para esos tres partidos, así como para el Partido Roldosista y para la agrupación de León Roldós, esta es la primaria de las presidenciales del 2006 y así la interpretarán propios y extraños. Pero al mismo tiempo se ratificará la reclusión de todos los partidos a espacios muy delimitados, con lo que la regionalización seguirá siendo la norma de la representación política. En fin, como corresponde al mundo andino-tropical, serán unas elecciones sin perdedores, aunque el triunfo signifique un cuantioso cinco por ciento.