El piloto francés Sebastien Loeb al volante de un Citroën conquistó ayer su primer título mundial de rally en automovilismo ante sus compatriotas, al quedar segundo en el Premio de Córcega, detrás del estonio Markko Martin.

El  español Carlos Sáinz fue tercero, mientras Loeb consiguió adelantar a su  rival en la clasificación, el noruego Petter Solberg.