Cuba no permitió el ingreso al país de un diputado español y dos holandeses que intentaban entrevistar a dirigentes de la disidencia tras calificar al hecho como "grosera provocación política", generando este sábado un nuevo incidente diplomático con la Unión Europea.
 
El diputado del Partido Popular (PP) español, Jorge Moragas, quien llegó la  noche del viernes a La Habana, fue "reembarcado" hacia Europa por intentar  ingresar a la isla "fraudulenta e ilegalmente, bajo el estatus migratorio de  turista", informó la cancillería cubana en un comunicado.
 
Los legisladores holandeses Boris Dittrich (liberal-demócrata) y Kathleen  Ferrier (demócratacristiana), que acompañaban a Moragas, también vieron  impedida su entrada al país, indicaron fuentes diplomáticas en La Habana.
 
Moragas, secretario de Relaciones Exteriores del PP, había anunciado su  intención de reunirse en Cuba con dirigentes de la disidencia, a quienes La  Habana considera "mercenarios a sueldo de Estados Unidos", para expresarles su  "respaldo y solidaridad", denunció la cancillería.
 
"Las actividades que públicamente declararon como objetivos de su viaje  constituyen una violación flagrante de nuestra soberanía y están previstas y  sancionadas en nuestras leyes", subrayó la nota oficial, que entendió este  hecho como "una grosera provocación política contra Cuba".
 
Madrid consideró "inaceptable" la actitud asumida por el gobierno del  presidente Fidel Castro contra Moragas y convocó a la cancillería a la  embajadora cubana, Isabel Allende, para "pedirle explicaciones".
 
En tanto en La Haya, el ministro de Relaciones Exteriores Bernard Bot  expresó su "indignación" y "cólera" por el tratamiento dado en Cuba a los  diputados holandeses, según dijo la portavoz Carola Baller, quien añadió que se  "demandará explicaciones al gobierno cubano" por este incidente.
 
"Esto marca la intransigencia del gobierno cubano y pone de manifiesto que  nunca va a cambiar su posición", dijo a la AFP la economista Marta Beatriz  Roque, dirigente de la Asamblea para promover la Sociedad Civil, única mujer  encarcelada en marzo de 2003 junto a otros 74 disidentes.
 
Condenada a 20 años de prisión, Roque fue excarcelada en julio pasado por  razones de salud.
 
En su opinión, "esto debería de servirle de primera lección al gobierno  (del jefe de Estado español, José Luis Rodríguez) Zapatero sobre de lo que es  capaz de hacer el regimen cubano".
 
"Creo que es una actitud infantil pensar que en estos momentos se pueda  hacer cambiar de posición" al gobierno de Castro, dijo Roque al comentar el  llamado de España a la UE para "reflexionar" sobre sus relaciones con Cuba.
 
En Madrid "tienen que abrir los ojos y estar atentos", advirtió.
 
Por su parte, el disidente socialdemócrata Vladimiro Roca, quien al igual  que Roque tenía previsto entrevistarse con los diputados europeos, se preguntó:  "¿Cómo es que el gobierno de Rodríguez Zapatero intenta recrear una relación  con Cuba en estas condiciones?".
 
Pero la cancillería explicó en su comunicado que "nos asiste el derecho  soberano a defendernos" y que "no dejaremos sin respuesta acciones  injerencistas ni provocaciones de enemigos".
 
Indicó que Moragas "es conocido por sus estrechos vínculos con el frustrado  y patético (ex Jefe del Gobierno español) José María Aznar", a quien acusó de  apoyar los planes del presidente estadounidense George W. Bush de "organizar  actividades y eventos contra Cuba".
 
Los legisladores europeos planearon su viaje a Cuba tras la polémica  suscitada por el discurso del nuevo embajador de España en La Habana, Carlos  Alonso Zaldívar, durante la recepción ofrecida en su residencia el 12 de  octubre pasado ante diplomáticos y dirigentes de la disidencia.
 
Zaldívar indicó que España impulsaba una "reflexión" en la Unión Europea  (UE) sobre "la dudosa utilidad práctica de las medidas de junio de 2003".
 
La UE dispuso en ese entonces aplicar sanciones al gobierno comunista  cubano por el masivo encarcelamiento de opositores y el fusilamiento de tres  secuestradores de una lancha que pretendían emigrar ilegalmente.
 
La negativa de ingreso al país para Moragas y los diputados holandeses  marca una escalada en el conflicto entre ambas partes, a poco más de dos meses  de que la UE revise su "Posición Común" sobre el gobierno de Castro, a quien le  demandan una apertura democrática y el respeto a los derechos humanos.