Miles de simpatizantes cristianos y no cristianos inundaron al papa Juan Pablo II con felicitaciones por el 26to aniversario de su elección como pontífice, dijo este sábado su vocero.
 
Después de un alegre concierto en el Vaticano el viernes por la noche a cargo de un coro y orquesta militar rusos para festejar la ocasión públicamente, Juan Pablo II conmemoró la fecha de su elección el 16 de octubre de 1978 con una misa en su capilla privada, como lo hace todas las mañanas temprano.
 
Luego programó una segunda misa en la capilla a las 6 de la tarde, para coincidir aproximadamente con la hora en que Karol Wojtyla de Cracovia, Polonia, fue elegido al papado por sus colegas cardenales, dijo el portavoz Joaquín Navarro Valls en una entrevista concedida a Radio Vaticano.
 
En la misa matinal, el Papa agradeció a Dios   no sólo por esos 26 años, sino por todo lo realizado en ese tiempo, que es una cantidad enorme, dijo Navarro Valls.
 
En la misa de la tarde, el Papa se pondrá   a la disposición de Dios para todo lo que El quiera para el futuro; planes, iniciativas, trabajo pastoral que pueda hacer a partir de ahora, dijo el portavoz.
 
De 84 años y con dificultades por la enfermedad de Parkinson y problemas de cadera y rodilla, Juan Pablo II ha dicho en varias ocasiones que pretende seguir trabajando en su misión como Papa mientras Dios se lo permita.
 
Navarro Valls señaló que, aunque muchas de las felicitaciones fueron de personas famosas, varios miles fueron enviadas por   gente común, algunos católicos, otros no; algunos incluso no cristianos. Dijo que agradecían al Papa   por sus enseñanzas sobre temas específicos como la paz, la familia, el diálogo, la tolerancia, la dignidad humana.
 
En otra entrevista con una agencia noticiosa italiana, Navarro Valls dijo que   muchos agradecieron al Papa por todo lo que dijo acerca de la paz en el mundo, y sobre todo acerca de la guerra preventiva.
 
En los meses previos a la guerra en Irak, Juan Pablo II habló en repetidas ocasiones en contra del conflicto, insistiendo en que el diálogo era necesario para la paz.
 
El Papa invitó a huéspedes a un almuerzo de aniversario, que incluyó sus platillos favoritos preparados por monjas polacas, dijeron autoridades del Vaticano. También realizó labores administrativas de rutina, como nombrar un nuevo enviado a Escandinavia.