Perú presentó a Japón la segunda solicitud de extradición del ex presidente Alberto Fujimori, acusado esta vez de "actos de corrupción", reconoció este viernes el Ministerio de Exteriores nipón citado por medios de información locales.
 
El encargado de hacer llegar al Gobierno nipón el nuevo requerimiento de extradición corrió a cargo del embajador peruano acreditado ante la cancillería japonesa, Luis Macchiavello, según la agencia Kyodo.
 
La legación diplomática en Tokio envió a Efe un comunicado según el cual el último expediente se basa en las acusaciones de "falsificación y malversación de fondos públicos" que fueron empleados para pagar una compensación de 15 millones de dólares a Vladimiro Montesinos, su entonces asesor presidencial y actualmente en prisión en Lima.
 
Fuentes diplomáticas señalaron que el anuncio formal se haría en el transcurso de una rueda de prensa que el canciller peruano, Manuel Rodríguez, tenía planeado ofrecer en Lima el viernes.
 
La nueva petición de extradición recoge las respuestas a las preguntas y dudas que el Gobierno japonés realizó sobre el primer requerimiento, formulado en julio de 2003 y sobre el que Tokio no ha dado respuesta oficial.
 
La situación entre los Ministerios de Justicia de Lima y Tokio se ha vuelto más tensa después de que el presidente de Perú, Alejandro Toledo, pidiera el pasado mes ante la Asamblea General de la ONU que el Gobierno de Japón entregue a Fujimori a la Justicia de Lima.
 
Japón carece de tratado extradición con Perú y ha justificado su protección del ex mandatario en la doble nacionalidad nipona de Fujimori, confirmada en diciembre de 2000, así como en el respeto a las leyes japonesas, que obligan al Gobierno a proteger a sus ciudadanos.
 
Tokio ha desoído también la orden internacional de busca y captura de la Interpol que pesa sobre Fujimori.
 
Fujimori llegó a Japón en noviembre de 2000 tras divulgarse en Perú la trama de corrupción encabezada por Montesinos, y pocos días después envió su renuncia a la Presidencia del país a través de un fax.
 
Desde entonces no ha abandonado Japón, vive con la ayuda de un grupo de influyentes políticos y protegido por la nacionalidad nipona que el Gobierno de Tokio le reconoció debido al origen de sus padres, japoneses que emigraron a Perú.
 
El ex mandatario ha sido procesado en este caso por el vocal supremo instructor José Luis Lecaros, aunque la sentencia se mantiene en reserva a la espera de una respuesta positiva al pedido de extradición.
 
El segundo cuadernillo de extradición tiene 459 folios, se tradujo en Japón por especialistas, y se suma a la primera petición que al respecto se hizo en julio del año pasado por los "delitos de lesa humanidad", por su presunta responsabilidad en el asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos y Universidad La Cantura cometidas por el grupo paramilitar "Colina" en 1991 y 1992.
 
Según un informe de Naciones Unidas, Fujimori ha sido uno de los dirigentes políticos más corruptos del mundo.
 
No obstante, el ex presidente niega todos los cargos que se han formulado contra él y afirma que es "víctima de una persecución política".
 
El embajador de Perú en Japón ha convocado para mañana a los medios de comunicación para anunciar oficialmente a los medios locales la petición de extradición y ofrecer detalles sobre la investigación del patrimonio de Fujimori, quien lleva tres años en Tokio sin oficio conocido.
 
La Fiscalía peruana ya pidió en julio de 2001 al Gobierno japonés que levantara el secreto bancario para investigar las cuentas de Fujimori, pero su solicitud no surtió efecto alguno porque Perú lo basó en el enriquecimiento ilícito, delito que no existe en el Código Penal nipón.
 
Según un informe pericial del 2 de octubre, el ex presidente peruano tiene 247 millones de dólares sin justificar de patrimonio particular, entre cuentas bancarias, bienes muebles e inmuebles.
 
El Gobierno de Perú ya ha señalado que llevará el caso ante el Tribunal Internacional de Justicia en la Haya para pedir la extradición si Japón se niega a concederla.